La sesión ordinaria de este miércoles en Cámara de Senadores contó con una presencia muy particular, la de las denominadas “senarratas”, dos pequeñas lauchas que se hicieron presentes mientras los legisladores desarrollaban el debate.
La presencia de estos animalitos produjo un pequeño alboroto, debido al temor que generan debido muchas veces a los prejuicios contra ellos.
Además de esto, la preocupación mayor estuvo relacionada con la higiene del edificio del Congreso, uno de los tres poderes del Estado.
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“Senarratas”: un término que molesta a los políticos
El término “senarratas”, al igual que el de “dipuchorros”, fue acuñado durante el gobierno de Fernando Lugo, luego de una serie de episodios legislativos de poca popularidad que concluyeron con la destitución del Presidente.
En particular, protestas ciudadanas que se dieron meses antes del juicio político concluyeron con la huida de los legisladores por la entonces inconclusa Costanera de Asunción, por donde algunos de ellos escaparon “como ratas”, de donde surgió la palabra.
Este apelativo, como era de esperarse, no causó mucha gracia en los legisladores de la época, que incluso habían protestado en su momento, señalando que los senadores son autoridades electas por el pueblo y que como tales merecían un trato respetuoso.