La crisis se agudiza en el campo por efecto de la inundación

PILAR. La inundación deja un impacto negativo en la vida cotidiana de los pobladores de Ñeembucú. Las pérdidas de los cultivos agrícolas, la ganadería, la olería y otros tipos de trabajos diarios se echaron a perder con la cantidad de agua que arrasó los campos y los hogares.

Yanaina Valenzuela, pobladora de Valle Apu´a, distrito de Pilar, camina dos mil metros diariamente por el agua desde su casa hasta salir a tierra firme para llevar a sus hijos a la escuela de Medina.
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Desde el 5 de abril pasado, día en que llovió en gran cantidad en el departamento de Ñeembucú y comenzó a inundar los campos y esteros, la vida de los pobladores de varios distritos ya no es la misma. Hubo un cambio drástico en la vida cotidiana de los lugareños, quienes han perdido toda su producción agrícola, principal rubro de autoconsumo y de renta.

A esto se suma la falta de pastura para el ganado vacuno, que se resiente en la producción de leche y queso, rubros importantes en la economía de los ñeembuqueños.

Yanina Valenzuela, pobladora afectada de Valle Apu´a, distrito de Pilar, caminó unos 2 mil metros por el agua hasta salir a tierra firme y relató cómo cambió la forma de vivir en el campo.

“Sobrevivimos gracias a nuestros ahorros, comemos las gallinas caseras y algunos productos que hemos salvado, pero es muy difícil la situación porque no podemos trabajar más en nuestro rubro que es la fabricación de ladrillos. Tenemos una olería, pero la inundación nos perjudicó”, señaló.

Indicó que la situación se complica en cuanto a la educación de los niños, quienes diariamente deben sortear el precario estado del camino para llegar a la escuela y colegio de la compañía Medina, comunidad distante a 20 km de Valle Apu´a.

“El problema es el camino. Nuestros hijos van en un transporte escolar hasta Medina y el chofer debe sortear todo el mal estado del camino para llevar a nuestros hijos a la escuela. En la tarde deben salir un poco más temprano porque si salen a las 5 ya oscurece y es peligroso por el mal estado del camino”, señaló.

Fidel Nuñez, poblador de Potrero Pirú, distrito de Guazucuá, dijo que perdió toda su producción agrícola y que hasta el momento ha soportado la muerte de varios cabezas ganado vacuno que eran su medio de subsistencia, “Se me murieron varias vacas y no tenemos leche ni queso, que eran nuestro medio de ingreso económico. Ahora no tenemos nada, toda nuestra producción de huerta también se perdió. Nuestra vida dio un giro de 180 grados, pero estamos sobrellevando”, señaló resignado.

Reconoció que recibió un poco de víveres por parte de la Municipalidad de Guazucuá y que eso le sirvió para sostenerse. El hombre pidió a las autoridades que reparen los caminos en la zona, “Yo pido que las autoridades reparen el estado del camino, está muy feo, no podemos llegar hasta el pueblo en busca de alimentos”, precisó.

Los registros de precipitaciones en la zona de Ñeembucú llegaron a un pico máximo de 670 mm de aguas caídas, principalmente en los distritos de Guazucuá, San Juan de Ñeembucú y Tacuaras, lo cual inundó por completo y dejó aisladas a varias comunidades.

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