Juana Moreno, presidenta de la Asociación de Pacientes y Familiares con Cáncer (Apacfa), cuestionó el tiempo de espera que están soportando los pacientes del Instituto Nacional del Cáncer (Incan), que requieren de una tomografía o mamografía. En promedio, el estudio es agendado para dentro de dos meses y, la entrega de resultados es otra espera de por lo menos 30 días.
“Hay mucha cantidad de pacientes; aumentó exageradamente el número de pacientes que necesitan esos estudios. Si se requiere de una tomografía hoy, el agendamiento es recién para agosto y, la entrega de resultados tarda otros 30 días más”, lamentó.
Moreno dijo que actualmente el Incan dispone de un solo tomógrafo operativo para diagnósticos. Además, mencionó que el hospital público está recibiendo cada vez con mayor frecuencia a los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS), lo que genera una excesiva demanda.
“Un solo tomógrafo no abastece. Si bien hay dos equipos, el que se tiene en el área de radioterapia es exclusivamente para los pacientes que necesitan marcación y, el otro es el tomógrafo que se utiliza para diagnósticos. Además, cada vez son más los asegurados del IPS que van al Incan”, afirmó.
Un solo personal a cargo de informes, dicen
La presidenta de la Apacfa mencionó que la excesiva espera para la entrega del informe o resultado del examen médico, se debe principalmente por la falta de recursos humanos. “Hay una sola persona que hace el informe. No contratan otra persona porque no hay presupuesto; es triste la realidad. Mamografía está en la misma situación; los informes tardan muchísimo”, refirió.
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Según Moreno, un estudio de tomografía cuesta entre G. 1.200.000 a G. 1.800.000, dinero que muchos no disponen pese a la urgencia de sus tratamientos.