El fiscal de la Unidad Especializada en Lucha contra el Narcotráfico y Crimen Organizado, Deny Yoon Pak, presentó este domingo su requerimiento conclusivo acusatorio contra el procesado Miguel Ángel Insfrán Galeano (42 años), alias Tío Rico, y solicitó al juzgado penal de garantías la elevación de la causa a la etapa de juicio oral y público, por el caso A Ultranza.
Al investigado Miguel Ángel Insfrán, se le atribuye la autoría de los hechos punibles de introducción al país y remisión al exterior de sustancias estupefacientes, así como la comercialización ilícita de drogas y la asociación criminal de acuerdo con el escrito presentado por el Ministerio Público.
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El agente fiscal ofreció como pruebas un total de 17 pericias realizadas a equipos informáticos, teléfonos celulares y también informes relacionados a procedimientos de revenido químico practicado a las aeronaves incautadas y sujetas a comiso, en el marco de la operación A Ultranza. Igualmente ofrece más de 90 testigos a ser llamados a declarar en un eventual juicio.
De la misma forma se halla bloqueada la suma de G. 118.237.641, en distintas cuentas bancarias registradas a nombre de Miguel Ángel Insfrán y también, US$ 4.979 depositados en distintas cuentas corrientes. Ambas fueron declaradas sujetas a comiso y se encuentran bajo la administración de la Senabico.
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Sociedad criminal
Según la teoría del Ministerio Público, desde que el uruguayo Sebastián Enrique Marset Cabrera -prófugo aún- frecuentó Paraguay, en 2018, se creó una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína, que operó hasta el 2022, pues mediante el Operativo A Ultranza que comprendió más de 100 allanamientos y la participación de una veintena de fiscales, la estructura fue anulada.
Los líderes del grupo criminal serían el uruguayo Sebastián Marset, encargado de negociar la compra de la droga con delincuentes de Bolivia y, el paraguayo Miguel Insfrán, a cargo de mover la cocaína desde su descarga en suelo paraguayo, su acopio en varios puntos del país y su posterior exportación al exterior, especialmente, por la vía fluvial.
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Así, la cocaína era traída a Paraguay en aviones con matrícula boliviana, que descargaban la droga en la Reserva Natural Cabrera Timané, de Bahía Negra, en Alto Paraguay. De ahí era trasladada ya en aviones de las firmas ligadas a Tío Rico, a estancias de Presidente Hayes, Paraguarí y tinglados de Central, para su acopio y posterior salida a través de los puertos fluviales.
Para esas actividades, los considerados líderes de la organización criminal, Sebastián Marset, bajo los alias de “Omelte”, “Dor” y “Favo”; y Miguel Insfrán, bajo los apodos de “Macrón”, “Rally” y “Skoda”, coordinaban sus actividades mediante comunicaciones “encriptadas”, a través de aplicaciones como “SKY ECC”, “LINE”, “SIGNAL”.
En ese contexto, según la Fiscalía paraguaya la red narco ofrecía cada paquete de cocaína por US$ 12.000 a US$ 14.500, y al realizar la operación para el envío de la droga a África, por ejemplo, obtuvieron la suma de US$ 18.429.500.
En relación al mercado europeo, cada paquete de cocaína era vendido entre US$ 20.000 a US$ 25.000, por cada kilogramo. A través de esto se estima que el grupo criminal obtuvo según la cantidad de droga descubierta, 17.340 kilos de cocaína, la suma US$ 433.500.000.
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Cayó en Brasil
Miguel Insfrán se mantuvo prófugo hasta el 9 de febrero de 2023, cuando fue detenido en Río de Janeiro y luego, extraditado el 19 de mayo de ese año a nuestro país. Desde el 25 de ese mes estuvo preso en la prisión militar de Viñas Cue.
Prófugo habló de filtraciones y cambios
Según conversaciones extraídas de celulares incautados en la pesquisa, Sebastián Marset advirtió por mensajes de texto a Tío Rico sobre alguien muy cercano a ellos que filtraba información de las actividades del grupo.
Así, en una comunicación entre ellos, del 15 de agosto de 2020, Marset le dijo a Insfrán: “Me parece q hay q cambiar todo y preparar nosotros mismos las cosas mi bro. Esa va a ser la solución. Cortar el lazo, sino nos vamos a meter en problemas”.
Marset también le propuso a Insfrán modificaciones en la estructura. Refirió en los mensajes “nosotros hacemos nuestras cosas y nos beneficiamos de lo nuestro y los demás no hacen nada y envidian lo nuestro. Tenemos q vernos otra vez. Cambiar la estructura y que nadie sepa mi bro. Nosotros vamos a cuidar nuestras cosas mejor q nadie y no se nos va a filtrar información a ninguna parte”.
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Habría asesinado a su propio primo
El 24 de octubre de 2020, fue asesinado a tiros y luego arrojado de un vehículo el uruguayo de 37 años Diego Andrés Olivera Cabrera, en la ciudad de Mariano Roque Alonso.
Hasta ahora no se tenían mayores datos sobre el caso, pero a través de los mensajes extraídos de celulares en el caso A Ultranza, las sospechas recaen en Sebastián Marset, quien es primo del asesinado.
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En una conversación entre Marset e Insfrán, según la carpeta fiscal, el primero le comenta sin dar nombres, “mi bro le di un tiro y se tiro del auto, ahí cerca de tu casa. Fíjate. Podés? Espero que haya muerto. Lo llevaba convencido y lo iba a matar ahí llegando y se tiró mi bro. Pero le di dos buenos tiros, pero cayó muerto me parece. Avísame mi brother”.
Tras la reapertura del caso del homicidio de Diego Olivera, policías de Investigación de Homicidios señalaron como sospechoso de ese crimen a Jeis Leonardo Urquhart de Lacerda, procesado en el caso Ja’umína, como el autor de los disparos hechos dentro un vehículo Mercedes Benz GLA 220 CDI, blanco, que era utilizado con una matrícula apócrifa. Este rodado fue robado en el Brasil. Con los nuevos datos, el caso dio un giro.
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El cuerpo de la víctima fue hallado en el barrio María Auxiliadora, sobre las calles Capitán E. Ojeda casi R. Amarilla, de Mariano Roque Alonso, zona en la que Miguel Insfrán tiene gran cantidad de inversiones de propiedades inmuebles hechas con sus ganancias supuestamente ilícitas. Precisamente, una de ellas fue allanada el 3 de marzo de 2022, dentro del operativo A Ultranza Py.