Según testigos presenciales, alrededor de las 8:15, los colectivos con números internos 2496 y 069 comenzaron a perseguirse mutuamente por las calles céntricas a alta velocidad, realizando maniobras sumamente imprudentes que sembraron el pánico entre peatones y automovilistas.
La situación llegó a un punto crítico cuando ambas unidades frenaron violentamente tras un roce entre los vehículos, en la intersección de las calles Pedro Juan Caballero y Capitán Andrés Insfrán. En ese momento, los conductores descendieron e iniciaron una violenta riña a golpes de puño, que fue interrumpida por la intervención de los propios pasajeros, evitando así mayores consecuencias.
Posteriormente, al retomar su itinerario y girar sobre la calle General Díaz, una de las unidades con el número 069 rozó nuevamente al colectivo 2496, arrancándole el espejo retrovisor en un estruendo que desató el caos y el pánico entre los usuarios del transporte público.
Pánico entre los pasajeros
En ese momento la zozobra fue mayor entre los pasajeros, uno de los cuales, identificado como Elio Álvarez, llamó aparentemente a la policía para que intervenga más adelante. Además, los otros pasajeros empezaron a gritarle para que paren con las agresiones, porque se arriesgaban a causar un accidente grave.
Los pasajeros afectados urgieron la necesidad de implementar controles más rigurosos sobre la aptitud psicofísica e idoneidad de quienes tienen la enorme responsabilidad de conducir vehículos de transporte público de pasajeros.