Gobierno entregó víveres en mal estado y hasta con insectos en Ñeembucú

SAN JUAN DE ÑEEMBUCÚ. Pobladores de San Lorenzo, Estero Camba y Carandayty del distrito de San Juan de Ñeembucú expresaron su indignación y preocupación después de descubrir que los kits de víveres proporcionados por el Gobierno nacional estaban en mal estado y contaminados con insectos. La ayuda humanitaria resultó una gran decepción.

Pobladores de San Lorenzo, Estero Cambá y Carandayty, distrito de San Juan de Ñeembucú, denuncian condiciones deplorables en kits de víveres entregados por el Gobierno Nacional
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Varios residentes de las compañías de San Lorenzo, Estero Cambá y Carandayty del distrito de San Juan de Ñeembucú, departamento de Ñeembucú, informaron haber encontrado gorgojos (Tigua ́a) y gusanos en los alimentos básicos proporcionados como poroto, locrillos y harina.

El camino que conduce a San Juan de Ñeembucú está anegado.

Estos hallazgos han generado alarma entre la población, que se siente agraviada por la falta de calidad y supervisión en la distribución de estos suministros esenciales.

La SEN entregó alimentos en pésimo estado.

La señora Maribel Avalos indicó que los productos alimenticios entregados por la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) se encuentran en mal estado. “La harina tiene mal olor y tiene hasta gusanos; el poroto esta todo pasado. Estos es una burla, no somos chanchos para darnos los víveres en estas condiciones”, indicó.

También don Angel Medina refirió que la bolsa básica de alimentos no están en buenas condiciones, es incomible. “Si no se tiene con que acompañar es imposible de consumir”, precisó el hombre cuya vivienda permanece en el agua en la compañía de Carandayty.

María Isabel Mazó, otra pobladora de Carandayty, al tiempo de denunciar el mal estado de los alimentos, hizo una demostración colando la harina en el cual fueron quedando los gorgojos y gusanitos. “Se burlan de nosotros para entregarnos mercaderías en mal estado. Esto es incomible y en realidad somos personas trabajadoras y mucho de los vecinos también se quejan de las condiciones que fueron entregados los víveres”, indicó.

Para llegar a San Juan de Ñeembucú se debe sortear varia aguadas.

En una búsqueda por entender las condiciones extremas que enfrentan los residentes de San Juan Ñeembucú, hicimos un recorrido inusual. Partimos desde tierra firme, y tomamos un tramo inundado y durante horas caminamos; luego en bote, para alcanzar zonas remotas afectadas por las crecidas de los ríos.

La expedición comenzó con una travesía por caminos sumergidos hasta llegar a un punto de acceso a las zonas más afectadas por las inundaciones. Equipados con cámaras y suministros, nos embarcamos en una exploración acuática que duró más de cuatro horas.

Durante este viaje, pudimos observar de primera mano las difíciles condiciones en las que viven las comunidades afectadas. Desde casas parcialmente sumergidas hasta tierras de cultivo devastadas por las aguas. Cada rincón revelaba la dura realidad de los pobladores.

Una clara muestra que los kits de alimentos no son aptos para el consumo humano.

La travesía por el agua no solo permitió capturar imágenes impactantes, sino también entender más profundamente el impacto de estas emergencias climáticas en la población.

Exigen caminos de todo tiempo

Además de las quejas sobre los kits de alimentos, los habitantes de la zona instan al Gobierno a abordar otras necesidades cruciales en la región. La principal solicitud es la mejora de las infraestructuras básicas, particularmente la construcción de caminos de todo tiempo y puentes de cemento.

Los pobladores insisten en la importancia de contar con caminos transitables durante todo el año, ya que la actual red vial se vuelve intransitable durante la temporada de lluvias, aislando a la comunidad y afectando el acceso a servicios esenciales como atención médica y transporte de productos agrícolas.

En relación a los puentes, los pobladores enfatizan la necesidad de construir estructuras más sólidas y anchas, al menos 10 metros, que garanticen la seguridad y faciliten el tránsito de vehículos y peatones.

Félix Vázquez Leguizamón, antiguo poblador de la zona y de profesión topógrafo, enfatizó que solo la construcción de puentes de cemento con 10 metros de ancho y el levantamiento de terraplén serían la solución en la zona.

“Hay que construir puentes de cementos al menos de 10 metros para que el agua se escurra, si eso no se hace con cada lluvia vamos a seguir inundados, el terraplén se debe levantar para lograr obtener un camino de todo tiempo”, significó.

San Juan de Ñeembucú está a 96 km. al este de Pilar.

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