Investigadores se posicionan ante riesgos de perder programas esenciales para el desarrollo del país

Los investigadores de la Universidad Nacional de Asunción emitieron un extenso comunicado para cuestionar las consecuencias de la Ley Hambre Cero. Indicaron que la propuesta afectará programas fundamentales para el desarrollo del país y tendrá un impacto negativo directo en el desarrollo científico y tecnológico del país.

Estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), en protesta en inmediaciones del Congreso.
audima

Tras la promulgación de Hambre Cero, que crea el Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae) y deja sin recursos el Fonacide, varios gremios académicos se han posicionado por las consecuencias y el impacto en varios programas. Los investigadores de la Universidad Nacional de Asunción manifestaron su profunda disconformidad a través de un extenso comunicado.

Recordaron que el Fonacide financiaba programas como el Fondo para la Excelencia de la Educación e Investigación (FEEI) y la Ley 6628 de Gratuidad de la Educación Superior (Arancel Cero). Señalaron que la gratuidad beneficia a al menos 18.000 estudiantes de la UNA.

“En relación a la investigación, esto afectará la continuidad de los programas del Conacyt tales como Prociencia, Pronii, programas de Posgrados, estancias de Investigación, repatriación de Investigadores, entre otros. Es importante destacar también que la nueva ley afectará directamente a todas las universidades del país, tanto públicas como privadas, ya que los fondos del Conacyt son concursables y se evalúan por resultado”, enfatizan.

Los cuestionamientos de los investigadores a la Ley Hambre Cero

Consideran que esta normativa afectaría a programas fundamentales para el desarrollo del país, como la incorporación de las tecnologías de la Información y las comunicaciones (TIC) en la educación, la formación docente, la mejora de la infraestructura y el equipamiento escolar, la atención a la primera infancia, las redes de cooperación escolar, las becas de estudios universitarios y la investigación y desarrollo.

Señalan que los programas del Conacyt como Becal, Prociencia y Pronii, que quedarán desfinanciados, han permitido equipar laboratorios, formar, repatriar investigadores y fortalecer programas de posgrados de gran importancia para el desarrollo científico y tecnológico del país.

Los investigadores consideran que la ley debería ser incluida en el Presupuesto General de la Nación debido a la importancia de la alimentación escolar y para no afectar sin fondos otros programas.

Deficiencia en el control de fondos

En el comunicado, hacen mención a los cuestionamientos hechos por el cartismo en contra de la mala utilización de los recursos del Fonacide. “Si realmente existe un escaso control de la ejecución de los fondos, se debería mejorar la gestión y transparencia”, plantean.

Además, aseguran que la nueva normativa no podrá ser controlada debido al veto de la ley con la cual se creó el Fonacide.

El impacto negativo de Hambre Cero

Para los investigadores, estas serán las consecuencias de esta ley promulgada por el cartismo:

  • Tendrá un impacto negativo en la calidad de la educación en Paraguay, afectando el financiamiento de estudiantes particularmente de escasos recursos.
  • Afectará el desarrollo científico y tecnológico del país.
  • Tendrá un impacto directo sobre la formación de capital humano avanzado, desfinanciando programas de posgrado a nivel maestría y doctorado.

Las propuestas de los investigadores

Ante esta situación, los académicos de la UNA presentan una lista de propuestas al Gobierno:

  • Planificar la continuidad de los programas del Conacyt y generar un sistema blindado de financiamiento a la ciencia y tecnología.
  • Priorizar la inversión en educación, en particular la educación universitaria de calidad sustentada en la investigación científica como herramienta fundamental para el desarrollo del Paraguay.
  • Mantener y fortalecer el FEEI como un fondo independiente y transparente.
  • Consolidar la Ley de Gratuidad de la Educación Superior como un derecho fundamental.
  • Optimizar los programas focalizados para combatir el hambre, identificar las zonas más vulnerables del país y velar por la ejecución eficiente de los recursos.

Finalmente, los investigadores de la UNA expresaron que están comprometidos a la búsqueda de soluciones a todos los problemas que aquejan al país y sostienen que la educación es la mejor herramienta para combatir el hambre y la pobreza.

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