El hurto agravado fue denunciado por Miguel Ángel Lapido (40 años), argentino, domiciliado en la compañía Tacuarindy, pastor del hogar de niños “Corazones que sueñan”. Al momento que ocurrió, el responsable designado, por la iglesia cristiana de Argentina, Unión de las Asambleas de Dios, estaba realizando gestiones dentro del casco urbano, para volver a reactivar el refugio, que se había cerrado hace algunos meses por cambio de misionero.
Los delincuentes se apropiaron de G.3 millones y se llevaron varios equipos y herramientas de valor, así como utensilios de la cocina. Además, causaron daños materiales al forzar los accesos, y el techo por donde ingresaron para apoderarse del dinero y los objetos hurtados. Los efectivos policiales de la Comisaría local y de Criminalística, llegaron al lugar.
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El afectado se quejó por la inseguridad existente en el distrito y presume que los asaltantes serían lugareños, ya que siempre ingresan cuando salen fuera de la comunidad. La organización ha funcionado por muchos años en la comunidad. Estaban en gestiones para recibir nuevamente a niños, jóvenes, huérfanos, en situación de calle o vulnerabilidad.
Ante la situación de inseguridad al que están expuestos, ahora les obliga a replantear los planes que tenían para atender a la niñez vulnerable en nuestro país y se verán obligados a retornar a Argentina. Esta situación desalienta, porque también deben soportar los procesos burocráticos para reactivar el hogar de niños.