De las 2.978.795 hectáreas que cubrió la producción de soja durante la cosecha 2023 en la región Oriental, solamente unas 2.739 hectáreas corresponden a nuevas áreas deforestadas después del 31 de diciembre del 2020, según los datos y mapas satelitales del Instituto Forestal Nacional (Infona), que difundió este jueves la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Según el análisis, Paraguay produce un total estimado de 10 millones de toneladas anuales, pero solo unas 9.500 toneladas provendrían de las áreas desmontadas después de diciembre de 2020, lo que representa un porcentaje mínimo (0,1%) de la producción total de soja paraguaya.
Destaca que durante una reunión realizada por la UGP con agricultores de diferentes zonas se recogieron inquietudes y dudas sobre las nuevas exigencias de la Unión Europea, específicamente el reglamento N° 1115/ 2023.
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Por eso plantea que: así, con los datos proporcionados por el Infona, ¿es razonable la exigencia de la UE de tener que someter al proceso de diligencia debida a la cadena productiva por la simple sospecha o presunción de que se deforestó para producir la soja? se pregunta la UGP.
La referida organización de productores también cuestiona que se ponga la carga de la prueba sobre el productor paraguayo, de modo que sea este quien tenga que demostrar que produce soja libre de deforestación generando sobrecostos y demoras con procesos o trámites para exportar.
“Ante la falta de argumentos convincentes hubo coincidencia de los productores en que, más que una preocupación por la deforestación, las exigencias son solo un pretexto para quitar competitividad a la producción paraguaya con medidas”, concluye la información de UGP.