El Colegio Nacional Paí Ñu de la compañía del mismo nombre de la localidad de Ñemby se cae a pedazos y dos pabellones se encuentran clausurados por peligro de derrumbe desde el 2022, según denunciaron los padres y la directora de la institución, profesora Francisca Rojas.
En varios sectores del edificio se notan grandes grietas, el piso se abre y el techo se desplaza. Todos los días caen las tejas y tejuelones, lo que representa un gran peligro para los estudiantes y los propios profesores que acuden a esta institución, explicaron.
Los alumnos utilizan dos salas que son de losa y el calor es insoportable adentro. Solo cuentan con ventiladores. También necesitan mobiliario para las clases.
La directora del colegio, profesora Francisca Rojas, trabaja en una sala precaria, cuyo techo es atacado por termitas y un sector es sostenido con puntales para evitar que se caiga por completo, por lo que permanecer adentro es un gran riesgo.
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Esta casa de estudios solo cuenta con un sanitario, que se encuentra en lamentable estado, con el techo a punto de desplomarse. Está ubicado en la dirección y es utilizado por alumnos, docentes, la directora, visitantes, etcétera.
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“No se repara porque tiene pintura azul”
Los padres de alumnos de la institución indicaron que solicitaron en varias ocasiones la reparación del local del colegio e incluso figura como prioridad en la microplanificación, pero no se realizan las refacciones y los alumnos corren serio peligro en el lugar.
“Desde el 2022 estamos detrás de las autoridades y ya vinieron en varias ocasiones o observar; llevan fotos y aseguran que el problema es el terreno y que vendrán a reparar, pero siempre es la misma historia: termina en el tradicional opare´i”, expresó la directora, profesora Francisca Rojas.
Es un peligro para todos permanecer en el lugar, ya que en varios sectores el techo se cae y el piso se está hundiendo cada vez más. Muchos alumnos optaron en salir del colegio, que es el único de la zona y tienen que migrar a otros lugares, expresó la Rojas.
La docente agregó que la asociación de padres realiza actividades para reparar en algunos sectores, pero no da abasto ante el grave deterioro. Incluso fumigan constantemente para eliminar las termitas, pero todos los trabajos son estériles.
“Nosotros reparamos un sector y en otro se descompone, todo el colegio tiene goteras. En una oportunidad el propio intendente pidió cambiar el color de la pintura, que es azul, pero este es el color del uniforme desde hace 35 años. Prometió la pintura, pero no cumplió y tampoco repara, suponemos porque es azul”, expresó una integrante de la cooperadora e integrante del Comité de Riesgo, Claudelina Moreno.
El colegio cuenta con 160 alumnos y cada año salen más estudiantes por la falta de comodidad. Funciona de mañana, tarde y noche, en ciencias sociales, ciencias básicas y educación modular abierta, explicaron.
Intendente tira la pelota al MEC
El intendente Tomás Olmedo (ANR) negó que no se realicen mejoras en la institución por estar pintado en color azul. Dijo que el año pasado la administración destinó mucho dinero de los recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).
El jefe comunal dijo que la referida casa de estudios está en la lista para ser reparada, pero que la municipalidad no decide dónde realizar los trabajos, ya que esa responsabilidad es del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
“Está en la lista para reparar, la Municipalidad no elige qué institución se va a reparar, la lista viene del MEC. Es raro que se diga que no apoyamos porque el año pasado se invirtió muchísimo de los recursos del Fonacide en esta institución”, expresó el intendente.
Tampoco las autoridades del MEC se pronuncian sobre la crítica situación del emblemático colegio de Ñemby, donde acuden estudiantes procedentes de familias de escasos recursos económicos.