El Comisario principal (R) Alfredo Cáceres González (73 años), quien ejerció en el año 2000 los cargos de Asesor de la Comandancia de la Policía Nacional y Asesoría Jurídica, declaró por espacio de unas 5 horas, porque además, las defensas de los tres acusados por torturas, realizaron las preguntas a la supuesta víctima y testigo del hecho, perpetrado según la Fiscalía y querella adhesiva, tras el fallido golpe de Estado de mayo de 2000, por la sublevación contra el gobierno de Luis Ángel González Macchi.
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El juicio oral proseguirá el miércoles 28 de febrero, a partir de las 8:00 según dispuso el tribunal de sentencia encabezado por el juez Fabián Weisensee, y los miembros titulares Cándida Fleitas y Laura Ocampos.
El tribunal dispuso que el miércoles declarará la también víctima el agente policial Jorge Luis López y otros tres testigos que son propuestos por la Fiscalía.
Tienen intervención en el juicio oral los fiscales Sonia Sanguinés y Luis Chamorro, así como los abogados querellantes Carlos Álvarez, en representación de la víctima Jorge Luis López, y el abogado Rolando Alum, representante de la víctima Alfredo Cáceres.
Llevado a la Marina por orden de Bower
El Crio. Principal Alfredo Cáceres González en su extenso relato en el juicio oral que se inicio el sábado 26 de mayo pasado, que efectivamente el entonces ministro del Interior Walter Bower Montalto no solamente participó de la sesión de tortura sino que además fue quien autorizó que los apremios físicos se lleven adelante en Unidad del Comando de Infantería de Marina, adonde fue llevado desde el 19 de mayo de 2000.
Cáceres refirió que fue llevado de la Comandancia de la Policía Nacional, casi a la medianoche a la Unidad de la Armada, por orden del mismo Bower Montalto, quien para el efecto encabezó una caravana de unos tres a cuatro vehículos.
Cáceres explicó que tras el fallido intento de sublevación contra el Gobierno de Luis Ángel González Macchi, quedó como comandante de la Policía Nacional ya que en ese momento era quien se encontraba en la unidad policial. Además, el entonces comandante policial Casto Roberto Guillén fue imposible de ubicarle, indicó.
Cáceres relató que por orden de Walter Bower fue esposado por el Crio. Cayo Núñez y llevado a la Infantería de Marina, en donde se encontró con el expresidente González Macchi, el entonces ministro de Defensa Nacional Nelson Argaña, el vicealmirante de la Marina Miguel Ángel Candia, entre otros.
Risa inconfundible de Bower
Cáceres aseguró que las preguntas en su interrogatorio las realizaba el exministro Bower Montalto a través del Crio. Basilio Pavón (acusado pero ya fallecido),,quien entonces estaba a cargo de la Comisaría 11° Metropolitana. Alegó que a pesar de estar atado de manos y con los ojos vendados, pudo individualizar perfectamente la risa inconfundible de Bower, quien soltaba su alegría cada vez que era sometido a golpes.
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Cáceres testificó que identificó a Bower como el que ordenó que le “aprieten los testículos”, lo que le produjo un gran dolor.
De igual manera, dijo que pudo individualizar que el acusado entonces oficial 2° Osvaldo Javier Vera Espínola, fue quien le ató las manos hacia atrás, y quien posteriormente le levantó de los brazos, provocándole un terrible dolor.
También relató que Vera Espínola fue quien le golpeó los tímpanos con las manos abiertas. lo que le produjo un sangrado que manchó la remera blanca de la víctima.
Cáceres dijo que eran dos los que le aplicaban los golpes, en la Unidad de la Armada, el otro era el también acusado Sub Crio. Merardo Palacios.
La agresión de Bower fue desde el inicio de su detención. “Usted es oviedista; prepárese para pelear. No tiene vergüenza, no es digno de vestir el uniforme, sáquese el uniforme”, le había dicho y le hicieron volar el gorro, manifestó.
Cáceres negó que en tiempo de cumplir la función de agente policial, se haya desempeñado como parte de le nucleación que aglutinó al oviedismo. Recién n el 2004 cuando pasó a retiro se unió a esta agrupación, indicó.
Cáceres también relató que Bower le dijo al entonces presidente González Macchi que “yo no le ascendí por ser oviedista. Además, encabezó un grupo de manifestantes campesinos para marzo de 1999″, le acusó.
El interrogatorio era para que revele quien o quienes eran los financistas del frustrado golpe de Estado gestado el 18 de mayo de 2000, según la declaración del querellante adhesivo y presunta víctima de los apremios físicos.
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Sobre Bower también dijo que era el todopoderoso del momento. En el pasado de su gestión, en mas de una ocasión le escuchó reír, a través de los medios de prensa, después de asumir el cargo de ministro del Interior, en marzo de 1999. Era todopoderoso porque salía con una ametralladora AK 47, con chaleco antibalas, hacía los procedimientos con la Policía. Por eso el comandante Sapriza dijo que “el ministro del Interior confunde su rol”, recordó la víctima de tortura.
Secuelas de las torturas
El Crio Alfredo Cáceres relató que posterior a la los apremios físicos a los que fue sometido, quedó con secuelas. “Tengo mucha inseguridad”, afirmó. Relató que se realizó estudios de la columna vertebral y dijo que tiene artrosis en las dos primera vértebras. Indicó que no oye bien a causa de los golpes y que usa un balón de oxígeno de forma permanente porque tiene una fibrosis pulmonar.