La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) considera que es importante que el Gobierno de nuestro país asuma el liderazgo en cuestiones tan importantes como mantener o abrir nuevos mercados y desarrolle –junto con los sectores afectados que conocen las particularidades de sus propios negocios– los sistemas adecuados para demostrar que se cumplen las exigencias de los países compradores, según el manifiesto difundido por el gremio tras la audiencia con el presidente de la República, Santiago Peña (ANR-HC).
Los industriales de la soja y cereales, que compran en promedio el 60% de la producción de la oleaginosa del país, advierten sobre las graves consecuencias económicas que tendrá sobre Paraguay la exclusión de Europa como mercado de exportaciones de los subproductos de la soja como principal destino de los granos de soja en estado natural junto con Argentina.
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Pérdida de mercado de la Unión Europea tendría impacto directo en productores
Agrega que el Paraguay, refiriéndose a la UE, podría perder un mercado valioso para definir la cotización de la harina exportada y eso tendrá un impacto directo en el ingreso que tienen los productores por la soja.
Explica que la UE es el principal importador de harina de soja del mundo y el segundo mayor comprador de granos de soja después de China. El no acceder a los dos mercados más importantes de importadores de granos, porque si no se cumple con las exigencias del nuevo reglamento N° 1115/ 2023 de la UE, se bloqueará el acceso directo e indirecto de las exportaciones de soja a Argentina (que luego se envía a Europa), y por eso la posición comercial de toda la cadena agrícola del Paraguay se verá muy deteriorada, vaticina Cappro.
Para la cadena de la soja de Paraguay, la Unión Europea (UE) no es solo importante en términos de volumen, sino además es uno de los mercados más confiables y de referencia que abre puertas de otros destinos, con mejor precio.
También señala que toda la cadena de valor de la soja de Argentina se encuentra trabajando en una solución que les permitiría cumplir con los estándares de la UE establecidos en el nuevo reglamento, por lo cual esa nación vecina también estará obligada a demostrar la trazabilidad de la soja que importa de Paraguay, enfatiza dicha organización.
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Alega que en caso de que la materia prima que envíe el Paraguay a las fábricas de Argentina no puedan demostrar el cumplimiento del reglamento N° 1115/ 2023 para su principal mercado –el europeo–, el mismo no podrá ser mezclado con su producción local para las cargas que tengan ese destino. Entonces, todo eso ocasionaría dificultades para colocar soja y subproductos de origen paraguayo, afectando los precios de los productos y, por lo tanto, generaría una caída de ingresos en la cadena y en la economía del país, según el análisis de Cappro.
“Es clave que exista voluntad política y de todos los actores de la cadena de la soja para poder avanzar en los trabajos que debemos realizar, ya que eso será la punta de lanza para detectar las verdaderas trabas para la implementación y así poder tomar las decisiones necesarias para vencerlas”, propone el gremio.
En ese sentido, Cappro celebra la iniciativa del Poder Ejecutivo, desde el Ministerio de Industria y Comercio y Rediex, de buscar trabajar en conjunto con el sector privado en la adaptación de un sistema o una plataforma que permita a la cadena de valor nacional demostrar al mundo todo lo que se viene haciendo en gran manera en nuestro país, en relación a las exigencias de los mercados.
Agrega que esto es para facilitar que todos los interesados en que su producto llegue al mercado europeo puedan cumplir con los nuevos requisitos, sin que esto suponga una carga que lleve a perder competitividad a todo el sector.
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Mercado de Europa para soja paraguaya implica US$ 3.600 millones
Las exportaciones de de soja en estado natural a la Argentina, más las exportaciones de harina de soja a la UE, en términos de ingresos de divisas se estima en más de US$ 3.600 millones, cifra que representa las ventas directas e indirectas del Paraguay a la UE. Además, la UE es uno de los mercados más confiables y de referencia que abre otros mercados.