El amoníaco (NH3) es un compuesto químico muy utilizado en la industria como refrigerante y en la fabricación de fertilizantes, pero también es una sustancia peligrosa, especialmente si se fuga al aire. Su inhalación puede resultar en problemas respiratorios graves y su contacto puede causar quemaduras. Por estas razones, es crucial saber cómo responder ante una emergencia por fuga de amoníaco.
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Identificación del peligro
Antes de actuar, es importante saber cómo identificar la presencia de amoníaco en el aire. El amoníaco tiene un olor penetrante y característico, que suele ser detectable incluso a bajas concentraciones. Además, puede causar irritación en ojos, nariz y garganta, lo cual puede ser una señal de su presencia.
Medidas de protección personal
En caso de una fuga de amoníaco, lo más importante es protegerse a sí mismo. La primera medida es evacuar la zona contaminada inmediatamente. Es importante el uso de mascarillas con filtro para gases específicos y trajes de protección si se cuenta con ellos y está entrenado para su uso. Asimismo, es de suma importancia no tocar superficies que puedan estar contaminadas con amoníaco líquido, ya que puede causar quemaduras.
Contención y control
Después de asegurar la propia seguridad, se deben tomar pasos para contener la fuga. Si es posible y seguro, cierre válvulas o aísle la sección donde se encuentra la fuga. Busque aumentar la ventilación para disipar el amoníaco en caso de que se encuentre en un espacio cerrado. Posteriormente, aplicar materiales absorbentes específicos para neutralizar y absorber el amoníaco derramado si la fuga es líquida.
Notificación a servicios de emergencia
Incluso si se ha logrado contener la fuga, es crucial informar a los servicios de emergencia. Contactar al servicio de emergencia local proporcionando información detallada sobre el incidente. Se puede llamar a los Bomberos Voluntarios o bien llamar al número de emergencia habilitado las 24 horas 132.
Proporcionar acceso seguro al lugar del incidente y seguir las instrucciones de los equipos de emergencia.
Capacitación y prevención
La mejor estrategia ante una fuga de amoníaco es la prevención y la capacitación. Los empleados deben recibir formación regular sobre cómo manejar amoníaco y cómo responder en caso de emergencia.
Se deben realizar inspecciones y mantenimiento periódico de equipos y sistemas que contengan amoníaco.
Asimismo, se deben establecer planes de respuesta ante emergencias y realizar simulacros de evacuación.
Consideraciones legales y ambientales
Las fugas de amoníaco no solo son peligrosas para la salud sino que pueden tener consecuencias legales y ambientales importantes. Es importante el cumplimento de todas las regulaciones locales de seguridad y salud ocupacional.
La fuga de amoníaco puede tener un impacto negativo en el medio ambiente, por lo que se deben tomar medidas para minimizarlo y reportarlo a las autoridades competentes.
Ante una fuga de amoníaco en el aire, la rapidez y eficacia de la respuesta son fundamentales para garantizar la seguridad de las personas y el medio ambiente. En caso de incidentes, seguir los pasos adecuados de protección, contención, notificación y colaboración con los servicios de emergencia son esenciales para manejar la situación de manera efectiva.
Una explosión se registró esta tarde en la fábrica de embutidos Ochsi que provocó la fuga de amoníaco y a su vez dejó heridas a 29 personas.
Los guardias de la empresa ayudaron al inicio del hecho a evacuar a todas las personas, pero algunos trabajadores llegaron a inhalar el gas por lo que fueron derivadas al Hospital Ingavi del Instituto de Previsión Social (IPS).