Los pobladores de la compañía Cabañas se quejaron porque no tienen provisión de agua potable desde hace más de dos semanas. La situación genera incomodidad de los lugareños, que ya no saben a quién pedir auxilio porque, pese a las denuncias, nadie, ninguna autoridad, sea municipal, departamental o del Ministerio de Salud, reacciona.
Mercedes Martínez, pobladora de la zona, manifestó que los días sin agua en la comunidad son un verdadero infierno para las familias debido al intenso calor que azota al país. También hay enfermos de dengue que necesitan el vital líquido para hidratarse, pero como no hay se tiene que salir a comprar.
Explicó que un grupo de vecinos presentó su queja a la Junta de Saneamiento. Los funcionarios explicaron que el pozo que tienen “no da abasto” y que debido a eso se presenta la escasez, indicó la lugareña.
Indicó que es una vergüenza que esto ocurra en pleno verano y más aún en una compañía dónde el 90% de los trabajadores se dedica al rubro de la producción de plantas y requieren del uso constante del agua. Dijo que el vital líquido sale del grifo de forma esporádica. “Solo de madrugada tenemos agua, y encima sale agua sucia”, cuestionó.
“Lastimosamente muchos ahora tienen que comprar para su propio tanque si es que quieren consumir líquido potable. Pero hay gente que no tiene esa posibilidad y la están pasando mal”, agregó Martínez.
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Falta de agua por sequía
La prestación está a cargo de la Junta de Saneamiento de Cabañas., dependiente del Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa), organismo del Ministerio de Salud. El jefe operativo, Darío Báez, indicó que la escasez de agua no es solamente en Cabañas, sino que a nivel nacional a raíz de la sequía.
Explicó que el principal problema que se tiene es que la comunidad no cuenta con un pozo con buena infraestructura. “Cuando hay una sequía el nivel de caudal baja y aumenta el sistema de consumo. Eso hace que no demos abasto. Estamos tratando de distribuir el agua cerrando las llaves de los pozos por zonas”, dijo Báez.
Asimismo, señaló que de momento no hay una solución definitiva para este problema, debido a que la Junta de Saneamiento está con poca estabilidad financiera para poder pagar un pozo con mejor infraestructura.
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El jefe operativo resaltó que incluso han solicitado ayuda a las entidades binacionales Itaipú y Yacyretã para costear la construcción de un nuevo pozo, pero que aún no se tiene respuesta al pedido.
“Apelamos a la conciencia de la gente. Aquellos que tienen piscina, por ejemplo, que traten de usar el agua de forma racional para que le alcance a todos”, enfatizó Darío Báez.