El vicario general de la Diócesis de San Lorenzo, Mons. Digno Benítez, presidió la misa central en honor a San Blas, patrono de la ciudad de Itá. Pidió a toda la feligresía estar siempre en comunión con la Virgen María, además de estar en constante oración para mantener un contacto cercano con Dios. Recordó a todos la importancia de mantener la fe y no desesperarse ante los problemas diarios.
“Recemos por el mundo tan atormentado, atribulado por tantas injusticias, por tanta sangre que corre, por tantas guerras. Vamos a pedirle al Señor que no se pierda la esperanza en la justicia y en la paz. Sabemos cómo estamos pasando en nuestra patria, el Paraguay. Pidamosle con sencillez y con humildad que no se apague la esperanza”, mencionó durante la homilía Mons. Digno Benítez.
La misa estuvo marcada por una multitudinaria presencia de fieles. Una característica y práctica común en esta ciudad es que los adultos visten con túnicas rojas, mientras que los niños van con la indumentaria del santo patrono.
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Al término de la homilía se realizó la tradicional procesión de San Blas alrededor de la Iglesia. El paso del santo patrono fue abierto por la Asociación de Jinetes Iteños Unidos, y seguido por un grupo de linces y una patrulla de la Policía Nacional. Detrás la imagen de San Blas entronizada en una carroza recorrió las calles junto a los fieles.
Basura tras la fiesta patronal
Tras la fiesta patronal la laguna de Itá quedó minada de basura. Los pocos basureros que fueron colocados quedaron repletos, y sin espacio. El lugar que es un ícono turístico de la ciudad quedó sucio, maloliente, y desordenado para cualquier paseo que se pudiera realizar en la ciudad, sobre todo para aquellos que llegan de otras ciudades e incluso de otros países. La Municipalidad se aplazó en este sentido. Debió prever para que el lugar amanezca limpio, justo en el que la gente va para participar de la misa de San Blas.