Los animales silvestres no son mascotas es la política y la mayor recomendación del Ministerio del Ambiente y todos los expertos ambientalistas. A pesar de ello, muchas familias siguen “adoptando” o comprando aves, monos, tortugas y muchas otras especies que deberían estar en su hábitat natural.
En ese sentido, la Dirección Nacional de Defensa Animal se sumó a esa campaña recordando que el mascotismo, es decir retener animales silvestres como si fueran mascotas, es una práctica que afecta de diversas maneras al animal y todo el ecosistema.
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“Cada animal silvestre cumple un rol fundamental en los ecosistemas y su ausencia puede ocasionar desequilibrios ecológicos”, advirtió la institución.
Además, resaltó que el mascotismo contribuye a la venta ilegal de animales silvestres. Recientemente, por ejemplo, se vio la manera en que se maltrata a los animales para sacarlos de su hábitat, cuando un mono llegó muerto por ser enviado en una caja a través de un sistema de encomiendas.
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Una ley que no castiga la tenencia
A pesar de estas recomendaciones, la tenencia está permitida actualmente por las normativas vigentes. Las familias solo deben realizar un trámite ante el Ministerio del Ambiente y pagar tarifas para estar en regla. Los montos tienen como objetivo desalentar la caza, venta y posterior domesticación; sin embargo, todavía muchas personas optan por solo pagar con tal de tener animales silvestres.
En el proceso de la legalización de la tenencia se exige la presentación de la boleta legal de compra en un criadero legalmente habilitado. No obstante, incluso desde el Mades admiten que las personas simplemente optan por poner que recibieron al ejemplar como “regalo” y así burlan los controles.
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