El intendente de Piribebuy, Blas Gini Cristaldo (PLRA), mencionó que desde el año 2017 están trabajando como comunidad para tratar de salvar el santuario de Ñandejára Guasu que está en tan mal estado y requiere con urgencia de un arreglo completo. La iglesia fue construida hacia los años 1580 y 1600 por misioneros franciscanos.
El templo presenta hundimientos de los pilares, goteras, ataque de termitas, desprendimientos de las tejas y de las vigas. Las paredes están rajadas y el soporte colocado en el año 2019 se está hundiendo.
“Estamos golpenado puertas, pidiendo a las binacionales, pero especialmente estamos apelando a la voluntad política del señor presidente de la República Santiago Peña, de él depende que nuestro santuario no se derrumbe”, dijo el jefe comunal.
Indicó que la inversión que se requiere para la restauración del antiguo templo es muy alta y que la Municipalidad y la Gobernación no cuentan con el presupuesto.
“Para la restauración del templo se necesitan G.11.400 millones que solo las binacionales, Itaipú y Yacyretá, podrían costear. El pedido ya fue hecho a las autoridades, pero hasta el momento no se ha recibido respuesta”, explicó el jefe comunal.
Mientras tanto, uno de los laterales de la iglesia ya se encuentra clausurada y los feligreses participan de las misas fuera del templo para evitar que ocurra algún percance.
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Novenario de Ñandejára Guasu
Cada tercer domingo de enero se conmemora el día de Jesús Crucificado, Dulce Nombre de Jesús o Ñandejára Guasu en Piribebuy. Este año será el 21 de enero y los feligreses se preparan para honrar a su protector espiritual. Ayer se inició el novenario y los pobladores participaron de la misa celebrada fuera del templo.
Este año todo será distinto porque el santuario está en pésimas condiciones y con peligro de derrumbe, por lo que las celebraciones se están desarrollando con bastante cuidado.
Ante esto, el presbítero Alcides Mendoza expresó y dijo que si en estos días no reciben respuesta rápida de las autoridades tomarán la decisión de clausurar la iglesia por completo para resguardar la integridad de los feligreses.
“No se pueden hacer las misas y celebraciones en un sitio que está a punto de caer a pedazos”, dijo.
Agregó que el santuario Ñandejára Guasu es un lugar sagrado y mudo testigo de la Batalla de Piribebuy (12 de agosto de 1869). una de las más cruentas que Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) y de la historia paraguaya. En aquellos tiempos ni las balas, los cañones ni el fuego pudieron derribarla. Pero ahora lamentablemente el daño con el paso de los años fue inevitable y es por ello que se pide a las autoridades de manera urgente la reparación del templo., expresó
“Clamamos la restauración de nuestro santuario, ya no puede esperar más”, enfatizó el presbítero Alcides Mendoza.