El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) dio a conocer el resultado del análisis hecho al arroyo Ñeembucú el pasado 25 de noviembre del 2023, luego de que apareciera una gran mortandad de peces a orillas del cauce.
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Según los resultados, el agua del arroyo se encuentra altamente contaminado con Escherichia coli (bacteria) debido a la cantidad de efluentes cloacales sin previo tratamiento que son depositados al arroyo Ñeembucú.
Según el representante del Mades, Javier Encina, el resultado refleja el estado en que se encuentra actualmente el arroyo.
“Estos resultados nos indican que hay materias orgánicas dentro del agua del arroyo, teniendo en cuenta que esto se convirtió en un reservorio y eso influye negativamente en la disposición del oxígeno disuelto en el agua. Los resultados nos indican que hay mucha cantidad de Escherichia coli, una gran cantidad de materia fecal, que para poder descomponerse necesita oxidarse y eso influyó negativamente”, expresó.
Javier Encina aclaró que el análisis no demuestra que exista presencia de químicos como al principio se creyó, teniendo en cuenta que una industria también deposita sus desechos al canal del arroyo Ñeembucú.
Essap niega que los desechos cloacales son depositados al arroyo Ñeembucú
Los vecinos del barrio 12 de octubre y los ambientalistas de la ciudad de Pilar habían denunciado públicamente que el arroyo Ñeembucú estaba siendo convertido en un reservorio y contaminado por los residuos cloacales desechados por la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay S.A. (Essap).
Sin embargo, el gerente de la Essap, ingeniero Tadeo Valdez, señaló que los desagües cloacales de la Essap caen directamente al río Paraguay, pero sin ningún tratamiento previo.
“En el 2010 fue construido el sistema cloacal en la ciudad de Pilar y fueron instaladas tres motobombas que funcionan por relevos; una en el barrio Obrero, otra en 12 de octubre y otra en San Antonio. El de barrio Obrero envía al barrio 12 de octubre y del barrio 12 de octubre envía a San Antonio, y de San Antonio bombea por una tubería subfluvial al río Paraguay; este sistema es sin tratamiento previo”, explicó Valdez.
“Ahora mismo, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) está haciendo un llamado a licitación para la construcción de una planta de tratamiento, extender las redes cloacales y rehabilitar aquellos que tienen problemas”, señaló.
Aclaro que según estudios realizados en el 2012, los desechos cloacales que caen al río Paraguay sin previo tratamiento no producen ninguna contaminación.
”El río Paraguay tiene una capacidad de depuración de los desagües cloacales, según estudios realizados en 2012; a partir de cincuenta metros de descargas en el lecho del río, el desagüe ya pierde su poder de concentración, y no debería de contaminarse porque las aguas son solamente cloacales, aguas de duchas, de inodoro, lavado de ropas y cubiertos, que no deberían contaminar ningún tipo de ríos ni arroyo”, explicó.
Añadió que en el caso de las descargas irregulares de los vecinos que tiran directamente sus desechos al arroyo Havo, que también cae al arroyo Ñeembucú, debería intervenir la Municipalidad local, expresó.
Aclaró que el mes de febrero del año 2023 tuvieron un problema con el sistema de bombeo del barrio 12 de octubre y que por la situación topográfica los desechos fueron a parar al arroyo Havo y, por ende, al arroyo Ñeembucú, dijo que la ley les ampara porque contempla que se puede realizar descargas temporales.
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Según los ambientalistas de la ciudad de Pilar, nucleados en la Unión de Organizaciones Ciudadanos del Ñeembucú (UOCÑ), el arroyo Ñeembucú se encuentra en una dramática situación luego de que se construyeron los dos diques sobre el arroyo, que lo convierten en un reservorio de agua y en donde supuestamente la Essap descarga sus desechos cloacales.
Sin embargo, el superintendente del Consorcio CTC, ingeniero René Gómez, encargado de las obras de la defensa costera de la fase A, explicó que los diques no son el problema, porque el agua del arroyo sigue su cauce hasta la desembocadura del río Paraguay.
“El arroyo sigue su cauce normal, los diques no son el problema; el problema es la cantidad de cloacas que caen al arroyo; el arroyo no es apto para bañarse hace 15 años”, explicó.