El Ministerio Público, representado por la agente fiscal de la Unidad N°1, Regional Paraguarí, Mercedes Vera Monges, logró la condena de nueve años de pena privativa de libertad para madre e hijo, quienes fueron acusados por tenencia y comercialización de sustancias estupefacientes.
El Tribunal de Sentencia de la Circunscripción Judicial de Paraguarí presidió el magistrado Pedro Nazer y como miembros integraron: Hugo Ignacio Ríos Alcaraz y Fabiola Quinteros. El colegiado, durante el juicio oral y público que culminó ayer, condenó a Julio César Mussi (36) y a su madre Irene Vera Vda. de Mussi (69), a nueve años de pena privativa de libertad.
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En la ocasión, quedó demostrado que los procesados estaban transgrediendo la ley N°1881/2002, que reprime el tráfico ilícito de estupefacientes y drogas peligrosas, por lo que fueron acusados. Las pruebas presentadas por el Ministerio Público fueron producto de un allanamiento fiscal-policial que se había realizado el 20 de julio del 2020, en la vivienda de los procesados, ubicada en el barrio San Francisco de este distrito, explicó la representante del Ministerio Público.
Durante el procedimiento los intervinientes habían encontrado en la habitación de Julio César, en el interior de la pata de los sillones, bolsitas de polietilenos con restos de sustancias estupefacientes, una billetera con G.2.600.000 y se incautó además un aparato celular, señaló en su alegato la fiscal Vera Monges.
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Asimismo, explicó que del dormitorio de la mujer se había incautado del ropero un envase plástico que contenía marihuana y también cocaína sin mixturar. En dicha ocasión y como anticipo jurisdiccional de prueba, todo lo incautado durante dicho procedimiento se había analizado en el laboratorio de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), explicó la fiscal Vera Monges.
Durante el juicio oral se analizó los resultados de laboratorio de la Senad, que arrojó como resultado positivo 41 gramos de marihuana y 21 gramos de cocaína, este último con 75% de pureza. La fiscal dijo que está conforme con la condena dictada por el Tribunal.
La condenada se encuentra con prisión domiciliaria y una vez que quede firme deberá ser trasladada al Buen Pastor, mientras que el hijo está recluido por la misma causa en la Penitenciaría de Coronel Oviedo.