“El principal problema de plagas que hoy atacan a la soja tiene que ver con el complejo de chinches, la especie más común es el chinche marrón (Euschistus heros). En los últimos años fue adquiriendo importancia el chinche barriga verde (Dichelops furcatus), que además de atacar a la soja produce severos daños al maíz y al trigo cultivados en sucesión. También vemos presencia de caracoles, grillos, orugas cortadoras y desfoliadoras, pero en menor medida, en el caso de las orugas existen variedades de soja tolerantes a estos insectos”, confirmó la profesional.
Importancia del monitoreo y observación
“Tal vez el monitoreo es uno de los trabajos mas importantes además de la aplicación de productos para el control de plagas. A partir del estado vegetativo R3, el productor ya debe monitorear las parcelas, e inclusive puede llegar hasta R7, y utilizando el paño de batida, si caen uno o dos chinches adultas ya se debe insistir con el control, incluso desde antes de ser adultas en su etapa de ninfa ya son perjudiciales”, confirmó.
Aplicaciones desde antes de la siembra
La ingeniera aseguró que el control de enfermedades ya se debe hacer antes de la siembra de soja. “Los productores ya hacen un tratamiento preventivo cuando están desecando la parcela, antes de la siembra de soja, generalmente con glifosato y lambdacialotrina, tiamextosan o bifentrin, de manera a disminuir presión de insectos; después ya tenemos lo que puede ser presencia de orugas cortadoras, que generalmente se controlan con chlorantraniliprole, se puede usar fipronil o metomyl, ya cuando la planta está en estadio V3″.
Una aplicación no alcanza
“Con una aplicación el productor no va a conseguir controlar la presencia de plagas; la persistencia del insecticida va entre una a dos semanas, por lo que el productor debe hacer por lo menos 2 a 3 aplicaciones de insecticidas más. El productor debe hacer en mezcla de ingredientes activos, porque además del chinche, pueden haber orugas que ataquen a las vainas, y en lo posible, mezcla de piretroide con nicotinoide, ya hoy en día ya vienen todos mezclados para el productor”, destacó.
Hasta 70% de pérdidas
Cuando le preguntamos cuánto puede perder el productor si no realiza un buen control de plagas, la ingeniera señaló. “Hablamos de una pérdida de entre el 30 por ciento hasta 70 por ciento, porque además de atacar las vainas y succionarlas, también ocasionan otros daños como pérdidas de flores y calidad de vainas. Actualmente, ya recibimos reportes de presencia de chinche en Canindeyú, San Pedro y Alto Paraná, mientras que hasta ahora en Itapúa todavía no hay mucha presencia”.
Su preocupación
“Sinceramente y sin ánimo de generar enojo, una de las cosas que me preocupan es la excesiva aplicación de productos, y la no rotación de los grupos químicos. Generalmente, lo que muchos productores buscan es la economía, con productos más accesibles, de menor costo (se entiende), pero más allá de eso, el productor está actualizado y constantemente se están capacitando”, finalizó la profesional.