Desde el pasado sábado, los residentes del barrio Tajy Poty están angustiados debido a las consecuencias de las lluvias torrenciales que no cesan. Este barrio, situado en la compañía Caacupemí, a 1 km de la avenida Las Residentas, sufre las secuelas de las aguas desbordadas y las basuras que son arrastradas en cada lluvia torrencial.
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El año pasado se colocaron adoquines en dos calles de la zona, pero, según declaraciones de Susana Estigarribia, una residente del barrio desde hace 17 años, la situación no cambió: “Siempre ha sido así, y no solo durante las lluvias”.
Las zanjas se convierten en “piscinas” y los desniveles del terreno obligan a las familias a rellenar con bolsas de arena y escombros, pero es solo una solución temporal, ya que cada vez que llueve, el problema vuelve.
En una de las casas de la cuadra, el muro de la vivienda fue arrasado por el caudal de agua que proviene de zonas más altas y se introduce en la vivienda.
El concejal liberal Luis Villareal, quien también es residente del barrio Tajy Poty, presentó una minuta ante la Junta Municipal de Areguá, la cual fue aceptada por unanimidad para declarar el estado de emergencia vial. Sin embargo, explicó que “el municipio no dispone de suficientes recursos económicos y, una vez que el intendente apruebe la solicitud de emergencia, llevará tiempo. Se deben solicitar recursos a la Gobernación y al MOPC”.
Las compañías Costa Fleytas, Cocue Guasu y Yukyru también se vieron afectadas por el desbordamiento de cauces fluviales y la acumulación de basura en las calles, según informes de autoridades locales y residentes. En un recorrido por estas áreas, se puede observar una capa de arena que cubre el asfalto, lo que las convierte en una especie de “exasfalto”, según un comerciante de la compañía Costa Fleytas.