En medio del temporal “se escucharon gritos, pero cuando salimos a mirar ya no vimos nada”, relató Gerardo Melgarejo, miembro del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Lambaré. Los gritos habrían sido de los militares Alexis Teobaldo Sosa Leiva y Domingo David Ríos Domínguez, que a esa hora iban a la casa del Gral. César Moreno, comandante del Ejército, quien vive en Lambaré y debía reunirse esta mañana con el presidente Santiago Peña. Agregó que no es el primer vehículo que fue arrastrado por el raudal y terminó en el arroyo Lambaré.
La calle Santa Rosa de la ciudad de Lambaré desemboca en el arroyo del mismo nombre, en un barranco sin ningún tipo de seguridad cuyo cauce recorre unas 15 cuadras y desemboca en el río Paraguay.
La fuerza del raudal en esa zona es muy fuerte con las grandes lluvias, por lo que no es el primer vehículo arrastrado y que termina en el arroyo, aseguró.
Comentó que, al ver la fuerza y grandeza del raudal, miró la cámara de circuito cerrado del cuartel de bomberos, mientras los voluntarios escuchaban gritos de auxilio.
“Los compañeros escucharon gritos pero no había nadie por la calle cuando salieron a mirar. Al llegar al portón, el auto ya había pasado”, especificó.
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Más víctimas en temporales anteriores
Melgarejo comentó que hace aproximadamente ocho meses otros vehículos fueron arrastrados y cayeron al arroyo, por la misma calle.
Entre ellos, un motociclista fue arrastrado pero metros antes de caer logró agarrarse de unas varillas, mientras veía cómo su biciclo terminaba yendo por el raudal.
“Cuatro vehículos fueron arrastrados aquella vez. Gracias a Dios, estaban todos en la casa, pero al salir no encontraron sus vehículos”, recordó.
Tenía baranda pero el cauce es muy peligroso
Se había puesto una baranda en forma de “T”, pero el agua llega con mucha fuerza y gran cantidad de basura. “Todo tipo de cosas llega con el agua, hasta troncos”, manifestó.
La baranda también fue arrastrada por la fuerza del agua, la zona quedó nuevamente desprotegida y la Comuna no la repuso, a pesar de haber pasado dos años aproximadamente, sostuvo.
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“Cada vez que llueve nos preparamos para lo que pueda suceder”
Un antiguo poblador de la zona, Víctor Ruiz Díaz, aseguró que cada vez que llueve deben estar atentos a “cualquier cosa que pueda suceder”.
Indicó que quien cae al arroyo es prácticamente imposible que pueda salvarse. “Vimos pasar el auto cuando le estábamos auxiliando a un vecino”, relató.
Comentó que pudieron visualizar a una persona sobre el vehículo y tenían la esperanza de que pudiera agarrarse de alguna rama, pero la perdieron de vista.