Una fuerte ráfaga de viento asoló a la compañía Medina del distrito de Pilar, departamento de Ñeembucú. Causó la voladura de techos de las viviendas. Entre los afectados se encuentran Marcos Rojas (59) y Secundina Huel de Ávalos (60). Aguardan la ayuda de las autoridades locales.
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Secundina Huel de Ávalos relató que el viento se llevó el techo de los dos dormitorios de su vivienda. Dijo que en la casa solamente viven ella y su marido y que ambos no sufrieron lesiones porque el techo fue a parar lejos de la vivienda. La compañía Medina queda a 25 km de la ciudad de Pilar con camino de tierra y que ahora se encuentra intransitable.
Agentes de la Comisaría N° 5 de la compañía Medina llegaron al lugar para llevar a cabo el relevamiento de datos sobre daños y cantidad de familias afectadas para remitir a la Municipalidad para que puedan ser asistidas.
El intendente Fernando Ramírez (colorado cartista) informó que están tratando de brindar la ayuda a aquellas personas que más necesitan “Estamos tratando de asistir a todos, pero estamos priorizando a aquellos que tienen problemas de techo sobre su dormitorio y en la cocina”, expresó.
Resaltó que ayer recibieron la ayuda de la Itaipú Binacional con 500 kit de víveres y 2.000 chapas. “Las chapas estamos entregando a todas las personas afectadas, mientras que los kit de víveres vamos a entregar a los comedores populares y a los horticultores”, resaltó.
Cultivos afectados
El temporal también afectó cultivos agrícolas en el distrito de Pilar. La finca de un productor de tomate fue la más perjudicada en el barrio san Francisco. Se trata de Rafael Ángel González, quien lamentó lo ocurrido con el fruto de su trabajo, pero se resignó ante la furia de la naturaleza.
El productor es de nacionalidad cubana, de profesión ingeniero agrónomo, pero que no puede ejercer su profesión debido a la falta de homologación de su título, se dedica a trabajar en su finca produciendo tomates y otros productos de hortalizas y cultivos agrícolas.
“Ahora solo nos resta hacer pasta (salsa) de las frutas de tomate. También nuestro cultivo de mandioca nos peló; los granizos acabaron con nuestras lechugas; teníamos dos variedad acá: una nacional y otra la argentina,. Aquí todo lo que hemos trabajado duro para conseguir en un rato la naturaleza se llevó, pero, bueno, hay que recuperarse, vamos a seguir trabajando para salir adelante”, indicó.