La explanada de la Basílica de Caacupé luce una imagen completamente diferente a la que los visitantes están acostumbrados. Esto debido a que se extrajeron varios árboles de ficus del sector, porque la especie ya estaba causando daño a la estructura del piso. Este proyecto se inició en enero de 2022 y finalmente ya está culminado.
La ingeniera Stella Amarilla, una de las encargadas de esta iniciativa, informó que concluyó satisfactoriamente el proyecto de arborización dentro de la explanada.
Indicó que en un principio se había dicho que se plantarían solo 61 plantones, pero a medida que se fue desarrollando el trabajo de arborización se pudo ver que faltarían más y gracias a la predisposición de la gente que hizo sus donaciones se plantaron 78 árboles.
Sin embargo, aún cuentan con una deuda de G. 69 millones con el Vivero Palma, que fue de donde se consiguieron los plantones que faltaban. Se está pidiendo la colaboración a todos los feligreses para lograr costear este último gasto, señaló.
“Los demás sectores como veredas y jardinería se realizarían después de la festividad mariana, teniendo en cuenta que desde ahora ya se recibe a una gran afluencia de personas en el santuario y queremos evitar complicaciones”, dijo Amarilla.
“Si bien aún faltan varios trabajos fuera de la basílica, lo que correspondía a la plazoleta ya fue bien hecho en su totalidad y de esta manera los visitantes que lleguen a la capital espiritual podrán observar un espacio bello y renovado”, expresó.
La ingeniera agradeció a las diversas instituciones que se han prestado para trabajar en este proceso que no ha sido fácil, pues en un momento incluso llegaron a pensar que no se lograría la meta, pero se llegó.
Anticipó que la presentación general del avance del proyecto será expuesta el 10 de noviembre, donde de tendrán detalles específicos del costo total. Dentro de la semana se anunciará el horario y lugar en que se hará la presentación.
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Se optó por plantones
Los árboles que se utilizan son de lapacho rosado y manduvirá. Cada plantón demandó un costo de G. 2.300.000.
La ingeniera Stella Amarilla detalló que se eligieron “los plantones” porque estas especies tienen unos tres metros de altura, lo cual brindará de forma más rápida la sombra que se requiere en el lugar.
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