Lisandri Martínez cuenta que su madre, Claudia Ovelar fue diagnosticada de cáncer de cuello uterino el año pasado, cuando su mamá tenía 43 años. La enfermedad fue perversa, tuvo poco tiempo para luchar contra la enfermedad y más porque no consiguió los medicamentos para realizar un tratamiento a tiempo. Cuando accedía era gracias a las fundaciones que ofrecen ayuda a los enfermos dentro del Instituto Nacional del Cáncer (Incan).
“Ella fue diagnosticada el año pasado. Se hizo las primeras quimioterapias, y luego consultó con su médico, que le explicó que la enfermedad no desapareció. Empezó a hacer otro tratamiento que no pudo terminar. Debía hacerse cada 21 días, y solo pudo alcanzar dos sesiones porque no había medicamentos. Debíamos poner G. 1.200.000 por cada sesión y no teníamos. Pedimos a todas las personas que conocíamos, pero ya no pudimos conseguir”, relata Lisandri Martínez.
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Claudia Ovelar falleció una semana después de haber cumplido 44 años. Esperó más de dos meses para reanudar su tratamiento de quimioterapia debido a la falta del medicamento carboplatino. Luego de las primeras dos sesiones de quimioterapia a la que pudo acceder sus familiares empezaron a buscar la droga que le podía haber dado esperanza para seguir con vida.
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La salud de Claudia Ovelar se deterioró en el tiempo que debía cursar su cuarta sesión de quimioterapia. Solo pudo acceder a los calmantes que se le administró en el área de urgencias del Incan. Vivió este año el día de la madre con mucho dolor. En un último intento la ingresaron de urgencia nuevamente para ser atendida. El 18 de mayo de este año entró en cirugía, quedó internada en terapia por unos días y ya no salió con vida.
Dejó varios hijos
“Mi mamá dejó varios hijos, el último un varón de seis años. Lo que más nos apena es que cuando mi mamá estaba en terapia nos pedían medicamentos, y como no teníamos para comprar buscábamos entre los conocidos para conseguir los medicamentos. De cara dura conseguíamos porque se iban a buscar del depósito donde tienen guardado”, lamentó Lisandri.
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Lisandri Martínez confió su dura historia para compartir lo que los enfermos y las familiares pasan debido al nefasto sistema de salud del país. Pidió a los gobernantes que soluciones la falta de medicamentos, el acceso de los costosos estudios, y las precariedades por las que pasan los pacientes en el Incan para que puedan enfrentar a la enfermedad con más recursos.