Desde enero hasta julio de este año, la molienda de soja y de otros granos de oleaginosas fue del 11% más que el mismo periodo comparado del año pasado, pero julio cerró con un menor volumen de industrialización de oleaginosas con relación al mes de junio de este año, con lo cual ya suman cuatro los meses de caída en el año, según el informe de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
El gremio lamenta que la actividad en la industria aceitera se mantenga por debajo de lo que se podría esperar luego de la recuperación de la cosecha, debido a las complejas condiciones de competitividad en que se encuentra el sector a causa de los constantes cambios de regla a los que se enfrentó en los últimos 10 años; además menciona la alta demanda por la soja paraguaya desde las fábricas de Argentina por la sequía que sufrió el agro en la última cosecha.
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Por eso, se vuelve a la tendencia negativa para la industria paraguaya, incluso en contextos de buena cosecha que se va confirmando en este año.
Hasta el séptimo mes del año, el volumen de industrialización logró que el aprovechamiento de la capacidad nominal se ubique en un 61%, mismo nivel al que se había cerrado el pasado mes de junio, pero 2 puntos porcentuales por debajo del promedio de los últimos tres años. Se espera que las exportaciones de soja en estado natural sigan con buen dinamismo en lo que queda del año, considerando la altísima demanda desde las fábricas argentinas, destino que representa el 96% de las exportaciones de esta materia prima agrícola, según el informe.