Jorge Brítez, presidente del Instituto de Previsión Social (IPS), informó ayer -durante la sesión del Consejo de Administración- que se está conversando con los médicos jubilados para que atiendan a los aportantes del seguro social en sus consultorios privados. Refirió que sería una opción para descomprimir los hospitales de la previsional.
“Pueden atender a 10 o 15 pacientes por día. Eso va a descomprimir (la demanda). Está en proyecto”, aseveró Brítez.
Al ser consultado si el servicio sería gratuito, el presidente del IPS respondió tajantemente que “no, vamos a pagar”. Manifestó que se debe hacer un cálculo de cuánto están pagando los seguros privados y “bajar ostensiblemente ese precio”.
Carlos Pereira, consejero representante del Ministerio de Trabajo ante el IPS, se mostró completamente de acuerdo con el planteando, asegurando que sería una manera de descentralizar y descomprimir las atenciones en los hospitales con mayor demanda.
“Aunque se les pague poco (a los médicos) vas a descentralizar; 1.800.000 personas van a tener a dónde ir a consultar. El IPS llega a los barrios”, dijo. Afirmó que la iniciativa sería además un buen impulso para los médicos jubilados que están en sus casas “desmotivados y posiblemente con propensión a deprimirse”.
Pereira también planteó “convenios” con programas claves de televisión, redes, diarios y figuras mediáticas para que “nos escuchen todos; para contar lo bueno y lo malo también” del IPS.
IPS: consejeros cuestionan trazabilidad de los medicamentos
Gustavo Arias, consejero representante de los trabajadores, dijo por su parte que se debe realizar un buen análisis, considerando que la previsional ya tiene una gran cantidad de médicos. Planteó también como inconveniente la trazabilidad de los medicamentos.
“El tema es la medicación. Hay que dar un sistema para retirar (fármacos); algunos cargan nomás. Ahí hay un problema; cuando son externos nuestros médicos pueden cargar medicamentos de más. Hay que tener cuidado”, dijo Arias, asegurando que si solo se trata de atención médica sin medicamentos, difícilmente la idea pueda avanzar.
Pereira aseveró que ese inconveniente puede ser subsanado con la tecnología. “Hace falta un teléfono nomás”, dijo.