Esta semana se dio a conocer que desde el 2018 a la fecha se han registrado 5.000 nuevos casos de VIH, muchos de estos en niños y adolescentes. Ante las alarmantes cifras de aumento en los últimos cinco años y el gran desconocimiento con respecto a este virus, conversamos con la doctora Patricia Ovelar, jefa de Atención Integral del Programa Nacioal de Control del VIH/Sida.
Primeramente, explicó la diferencia entre el VIH y el sida. El primero es el Virus de Inmunodeficiencia Humana, que al ingresar al cuerpo destruye gradualmente los glóbulos blancos, disminuyendo las defensas y dejando a la persona expuesta a adquirir más fácilmente enfermedades o a desarrollar complicaciones derivadas de las mismas.
Sin embargo, la persona que tiene el virus puede vivir con el tratamiento adecuado y supervisado por profesionales capacitados. Al contrario, si no se tiene un diagnóstico precoz, el virus se puede convertir en sida.
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El sida es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que deriva en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos. “Es la fase más avanzada de la enfermedad, cuando ya el diagnóstico no se hizo en el momento oportuno; generalmente para una persona que adquirió hoy la infección, pueden pasar 10 años para llegar al estadio sida, cuando el diagnostico no se hizo a tiempo”, explicó.
El sida se desarrolla cuando el nivel de linfocitos T CD4+ desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre, que son las que generan la inmunidad. Por ese deterioro inmunológico, las personas son más propensas de adquirir lo que se denominan “infecciones oportunistas” y cualquier patología se vuelve más grave.
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¿Cómo se transmite el VIH?
La forma de evitar el virus es sobre todo sabiendo que el VIH se adquiere solamente de tres formas:
- Por relaciones sexuales sin condón, con personas que viven con VIH.
- Por contacto con sangre infectada a través de transfusiones o por el uso compartido de jeringas o contacto con objetos cortopunzantes contaminados.
- De una madre al hijo: durante el embarazo, el parto o amamantamiento.
No hay otra forma de contagio, por lo cual tocar, hablar, escuchar o jugar con una persona con VIH no es un riesgo. Si el VIH sale del cuerpo y llega al medio ambiente, pierde la capacidad de transmisión a los pocos segundos.
En ese sentido, el Pronasida reitera, en sus materiales informativos, que solo se puede adquirir el VIH por contacto directo con la sangre, semen, fluidos vaginales o leche materna de una madre.
Atención especial: embarazadas
La doctora Ovelar resaltó que el diagnóstico temprano es sumamente importante para todas las personas con VIH, e hizo énfasis en las mujeres embarazadas, puesto que ellas pueden transmitir el virus a sus hijos.
“Lo ideal es que el diagnóstico sea antes del embarazo, durante controles anuales, pero si no se hizo antes, en el primer trimestre debe hacerse la prueba la madre, en el primer control prenatal, si se detecta, a esa mujer le vamos a poner rápidamente un tratamiento antirretroviral y el porcentaje de transmisión materno infantil es muy bajo, porque logramos tener una caga viral indetectable”, agregó.
Explicó que si la madre tiene VIH pero recibe el tratamiento adecuado, existe una altísima probabilidad de que el niño nazca sano. “Tuvimos 212 mujeres embarazadas con VIH el año pasado, de esas prácticamente solo cinco niños nacieron con VIH”, destacó al señalar la importancia del diagnóstico precoz.
La tasa de transmisión del virus al feto en una persona sin tratamiento es del 40%, mientras que una madre a quien se le suministró de manera temprana la medicación tiene un porcentaje de solo el 2%.
Prevención: un tratamiento para los que no son VIH positivo
El Ministerio de Salud resalta que, al igual que todas las enfermedades de transmisión sexual, el uso de preservativos de forma consciente y correcta reduce hasta en un 94% el riesgo de transmisión del VIH.
Por ese motivo, como método de prevención, se aconseja el uso de condones en cada relación sexual (vaginal, oral o anal) y los lubricantes, para disminuir las lesiones que aumentan la posibilidad de transmisión.
Además, la doctora resaltó que están empezando a difundir más el tratamiento gratuito denominado profilaxis pre exposición (PrEP). Este consiste en el suministro de los antirretrovirales a personas que no han dado positivo al VIH pero son consideradas de “alto riesgo de adquirir” el virus y que deseen prevenirlo.
“Las prevalencias altas se encuentran en la población de hombres que tienen relaciones con otros hombres, personas trans y trabajadoras sexuales”, detalló. Además, agregó que también quienes tuvieron una infección sexual en los últimos seis años podrían ser elegibles para iniciar la medicación preventiva.
En ese sentido, contó que en el 2022 se registraron 1.519 diagnósticos positivos y el 70% fue en hombres, mayoritariamente entre 20 y 34 años. Resaltó además que generalmente son quienes menos acuden a hacerse los chequeos anuales.
¿Qué pasa si tengo VIH?
Vivir con VIH no implica directamente tener sida. Una persona que tiene el virus y que toma correctamente los medicamentos antirretrovirales, no transmite el virus a otras personas.
Además, la carga viral no detectable reduce el riesgo de transmisión, por eso se habla de que una carga “indetectable es intransmisible”.
La jefa de Atención Integral del Pronasida explicó que si una persona VIH positiva toma sus medicamentos, la carga viral va disminuyendo, sus defensas no se alteran, mejora su calidad de vida y, además, también se vuelve intransmisible. Es decir, ya no podrá transmitir el virus, a pesar de tener relaciones sexuales sin protección.
Por ello, si una persona cuenta con serología positiva, es decir tiene VIH, debe sobre todo acudir al médico para seguir el tratamiento adecuado y, de esa manera, llevar una vida saludable y duradera, sin transmitir a otras personas el virus.
¿Cuál se detecta el VIH y cuál es su tratamiento?
La única forma de saber si hay infección de VIH es a través de una prueba de sangre. El Ministerio de Salud cuenta, en todos sus servicios, con la prueba rápida que arroja resultados en 20 minutos.
Una vez con el resultado positivo, los médicos pueden guiar a la persona a los hospitales que cuentan con el servicio integral para iniciar inmediatamente el tratamiento.
El tratamiento antirretroviral es provisto de forma gratuita por el Ministerio de Salud Pública a través del Pronasida y sus diferentes servicios. Consiste en una pastilla que se toma solamente una vez al día, pero de por vida.
Salud recomienda, además, llevar a cabo un chequeo clínico periódico, a los efectos de detectar y tratar a tiempo cualquier infección de transmisión sexual. La detección precoz es esencial para el tratamiento.