Durante su declaración, Delcia Zárate de Cañete, recordó el hecho ocurrido el 18 de mayo de 2020 dentro de su vivienda, en la ciudad de Luque. Contó que todo ocurrió a escasos metros de donde se encontraba. Dijo que su hija estaba cerca de ella haciendo un trabajo, y que en ese ínterin llegó su yerno a su vivienda y se dirigió hasta donde estaba su hija.
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“Entró, pasó frente a mí. Me pisó y ni me saludó, como es siempre su costumbre, porque él nunca te habla, es un maleducado. Entonces le pregunto qué hacía en mi casa, y no me dijo nada, y veo que quita un arma de su bolsillo, y luego escuché los disparos, y dije qué le hiciste a mi hija. Porque él le envolvió a mi hija por detrás, y ahí le disparó en su vientre. Él no tuvo piedad de hacer eso frente a mí, no me evitó ese gran dolor. Fue un momento de tortura”, manifestó la madre de la víctima, Delcia Zárate de Cañete.
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Contó que su nieto Fernando Domínguez, hijo de la víctima y Manuel Domínguez, fue corriendo hasta donde estaba su mamá y la socorrió, además de impedir que su padre huyera del lugar. Recordó que su nieto vivía en su casa, al igual que su hija porque el joven era víctima de maltratos físicos y psicológicos por parte de su padre, al igual que su hija, que siempre tenía moretones en todo el cuerpo.
“Mis nietos siempre tenían rastros de golpes, y siempre les decía que así no deben hacer a los inocentes. Ellos eran tan chiquititos mis pequeños nietos, y vivían en medio de golpes, maltratos psicológicos. Mi nieto Fernando se fue a vivir en mi casa con su mamá, porque ya no soportaba como su papá le trataba. Mis dos nietos, mis tesoros, fueron víctima de él, y mi hija muchas veces me ocultaba los golpes que tenía para que no me quebrantara”, relató la Sra. Delcia Zárate.
Mirada desafiante y sin muestra de arrepentimiento
Manuel Domínguez, juzgado por el hecho criminal de feminicidio en grado de Tentativa, mantiene una actitud petulante y desafiante las veces que ingresa a la sala de juicio. Lo referido se evidencia en las grabaciones que este medio ha realizado en varias oportunidades durante su llegada, ya que con la mirada fija ante la cámara pasa dando a entender que no teme a nadie.
El juicio oral y público se viene desarrollando, luego de cinco suspensiones a causa de chicanas a las que recurre la defensa del procesado Manuel Domínguez.