La Superintendencia de Salud del Ministerio de Salud Pública es la institución encargada de controlar la calidad del servicio proporcionado tanto por hospitales del sistema público como del sector privado.
Increíblemente, para cumplir esta enorme función a nivel país se cuenta solamente con 7 funcionarios, que se dividen en tres auditores médicos, tres auditores jurídicos y un auditor contable, confirmó el superintendente Ignacio Mendoza.
El dato es preocupante, teniendo en cuenta hay numerosas denuncias por negligencia médica en los sanatorios privados, y solo esta escasa cantidad de personas es la encargada de investigarlas.
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Primer paso es determinar categoría del sanatorio
El superintendente explicó que en el caso de los centros privados, lo primero que determinan los auditores es la categoría de la clínica en cuestión. Indicó que existen tres categorías: la número 1, es al que solo dispone de consultorio y análisis clínicos, la número 2 es la que tiene consultorios, internaciones y puede no tener terapia intensiva, y la categoría tres debe ser un servicio de alta complejidad, con terapia intensiva disponible.
Luego, indicó que cuando hay una denuncia de negligencia médica, los auditores estudian el procedimiento que siguieron los profesionales tratantes.
“Se investiga toda la historia clínica, si se hizo bien cada paso, si se hizo un buen tratamiento, el control que se hizo en la sala la medicación que se brindó, etcétera”, manifestó el superintendente.
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Importancia de las auditorías
Explicó que los encargados de recabar estos datos son los auditores médicos, y para los casos de documentación están los auditores jurídicos.
“Otro punto muy importante que se analizar es la parte contable, si el costo que se le pasó al usuario está acorde al precio de mercado de los medicamentos e insumos”, puntualizó el doctor Ignacio Mendoza.
Aclaró que no puede hablar de casos específicos porque los artículos 11 y 12 de la Superintendencia lo prohíbe. Agregó que lamentablemente, no pueden hacer mucho con los escasos recursos económicos y de personal que poseen, pues están supeditados al presupuesto proveído por el Ministerio de Salud.
Junto con los auditores, en la Superintendencia de Salud hay un total de 41 funcionarios.
Urge aumentar recursos humanos y presupuesto
El superintendente, doctor Ignacio Mendoza, pidió al nuevo gobierno aumentar la cantidad de funcionarios, así como el presupuesto con el que trabajan.
Detalló que las denuncias sobre malas prácticas en los hospitales les llegan tanto por correo electrónico como a través de notas. En otros casos, cuando existe un caso mediático, toman intervención de oficio, aclaró.
Reconoció que la falta de funcionarios es una gran deficiencia, que hace que demoren mucho tiempo en emitir los dictámenes.
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Aspiran a estudio científico sobre satisfacción
Otro gran objetivo que tienen en la Superintendencia es obtener recursos para investigar el nivel de satisfacción de los pacientes que salen de los diferentes centros hospitalarios.
Esto, en materia de provisión de insumos, medicamentos, atención y otras áreas.
“Esto sería un método para investigar el nivel de calidad, pero es caro hacer un estudio así. Estamos con la expectativa de que esto lo podamos llegar a alcanzar en un futuro no muy lejano”, manifestó el superintendente.
Lamentó que solo cuando hay un problema de negligencia “todos recuerdan que hay una Superintendencia”. “Lo ideal sería que antes de que aparezca un evento negativo, se cumpla lo que se predispone legalmente. En la medida en que se cumplan los protocolos, menos errores habrán y menos quejas”, remarcó Mendoza.