Efectivos de la Policía Nacional de Coronel Bogado rescataron a nueve niños indígenas de entre 5 y 16 años que se encontraban en situación de calle, desabrigados en la terminal de ómnibus del distrito de Coronel Bogado, en el departamento de Itapúa.
El jefe de la comisaría 6° de Coronel Bogado, Wilfrido Meza, acondicionó la comisaría para que funcionara como albergue transitorio para los menores de edad, ante la falta de intervención de las autoridades competentes.
“En la comunidad no hay albergues”, afirmó el comisario, además de que otras instituciones que deberían actuar en esta situación no se hicieron presentes. Comunicaron el caso al fiscal de turno, Meiji Udagawa, que solicitará un informe para investigar posible omisión por parte de las instituciones competentes.
La Policía gestionó abrigos y comida para los pequeños, además, coordinó con la Secretaria Departamental de Asuntos Indígenas de la Gobernación de Itapúa, el traslado de los afectados hasta su comunidad, situada en el departamento de Caazapá.
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“Todos se tiran la pelota”
El director de la secretaría de Asuntos Indígenas de la Gobernación, Jorge Ibáñez, relató que estos casos caen sobre su dependencia, porque las instituciones que deberían actuar, están centralizadas, en el caso del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), o “se tiran la pelota” como la Defensoría de la niñez, las Consejerías Municipales por los Derechos del Niño, Niña (Codeni) o la misma fiscalía.
“Hay un trabajo interinstitucional que no se está haciendo”, sostuvo el director. Entretanto, al tratarse de niños, estas instituciones deberían activar sus protocolos para asegurar su bienestar y no es necesario que sólo asuntos indígenas tenga que intervenir, subrayó.
Ibáñez explicó que esta mañana trasladarán a los afectados hasta Caazapá, porque en la noche no podían gestionar la movilidad ni los recursos para conseguir el móvil de la gobernación.
No es la primera vez
El jefe de la comisaría relató apenado, que no es la primera vez que sucede esta situación. En esta ocasión, los pequeños alegaron que perdieron el colectivo que les llevaría hasta su comunidad.
Meza explicó que suelen ver a los niños durmiendo en la terminal, “en verano es menos preocupante la situación”, pero con las bajas temperaturas no podían seguir esperando a que los responsables actúen.
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Los menores recorren las calles y los semáforos pidiendo dinero para llevarlo hasta sus comunidades, según los lugareños. Ésta es una realidad que sigue siendo ignorada por muchas autoridades.