“Los cultivos de tomate se están desarrollando en diferentes etapas, hay cosecha, otros están iniciando trasplante y otros en almácigo. Pero uno de los principales problemas que encontramos es la falta de una nutrición balanceada, que ocasiona bajos rendimientos; también la virosis, la enfermedad vira cabeza y el tswv”, explicó.
Causas del problema
“En cuanto a la nutrición debemos reconocer que muchos productores ven como un gasto el uso de fertilizantes y no como una inversión, pero cuando se dan cuenta ya es tarde; las virosis son causadas por trips que aparecen en etapas iniciales, mientras que las enfermedades, como vira cabeza o el tswv, se pueden controlar con variedades resistentes a estos problemas”, relató Araújo.
Control químico
Sobre cómo controlar el problema, el ingeniero dijo: “sin entrar en muchos detalles técnicos podemos decir que la principal práctica debe ser la de rotar los ingredientes activos para el control de vectores, pulverizar en horas de la tarde, tipo 16:00 o 17:00, porque en las horas más frescas los insectos están más activos, y sin dudas utilizar equipos de protección. Otra práctica importante es medir el pH del agua que vamos a utilizar para el caldo de pulverización, y también utilizar un buen adherente, hoy tenemos en el mercado adherentes con extracto de limonero que ayuda a tener un efecto de mayor adherencia y también repelente”.
Control mecánico
“La observación diaria es fundamental. Si se encuentran 1 o 2 plantas que están afectadas, (hay que) retirarlas rápidamente de la parcela, es mejor perder eso que todo el cultivo. Y reiteramos, elegir variedades resistentes, sea a virosis, mancha bacteriana y cracking, ya que si bien las semillas tienen un mayor costo inicial, al ser resistentes a algunas enfermedades se ahorra en aplicaciones”, finalizó el entrevistado.