El cartismo tras ganar las elecciones nacionales está determinado a controlar las instituciones, pero paradójicamente, aquel a quien catapultaron al Consejo de la Magistratura y luego al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), representa en este momento un obstáculo.
Estamos hablando de Jorge Bogarín Alfonso, cuya figura siempre fue polémica, pero con el aval de contar con un respaldo gremial importante. Llegó a ser presidente del JEM incluso.
Pero su figura se desgastó cuando forzó una reelección a la presidencia, contraria a lo que señala a la ley del JEM. Como consecuencia lo obligaron a dejar el cargo.
Pero mucho más desgastado quedó con la declaración de “significativamente corrupto” por parte de Estados Unidos.
Cuentan que Santiago Peña pidió la semana pasada que le quiten dos obstáculos para el inicio de su mandato: el primero, el que representa el diputado Erico Galeano, quien se negaba a someterse a la Justicia. Pero tras el requerimiento del presidente electo, el legislador se sometió.
El segundo fue que Bogarín decline su candidatura. El cartismo, que lidera el Partido Colorado acusó nota, con el acuerdo de los otros bloques como Fuerza Republicana y líderes de movimientos de abogados, acordó manifestar a Bogarín que le retiraban el apoyo.
Los colorados eligieron al concejal cartista Enrique Berni como candidato número 1. Y el número 2, brindaron la oportunidad a Bogarín para que lo elija. Allí saltó el nombre de Gerardo Bobadilla, un abogado de Central, que está ligado al presidente del Congreso Oscar “Cachito” Salomón.
Parecía todo arreglado pero finalmente Bogarín manifestó a sus allegados que no descabalgaría y que iba seguir buscando el apoyo de los colorados a pesar de la presión que es sometido.
Del otro lado, Óscar Paciello buscará la reelección. Cuenta con la adherencia de movimientos de abogados, pero no del Partido Colorado que le reprocha su alianza al senador opositor Pedro Santacruz para tomar decisiones de relevancia en el CM, como por ejemplo la última terna para la Corte Suprema.
A la vista está que el próximo botín político a conquistar será la Justicia.