Raúl Rivarola, biólogo experto en arborización urbana, criticó que se planten árboles frutales en las calles de la capital, debido a que a través de sus frutos expulsan los contaminantes que absorben, además de ensuciar y poner en peligro a los peatones, ciclistas, motociclistas.
El biólogo explica en un posteo de su cuenta en Instagram que el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) está encargado de ejecutar uno de los mejores y más ambiciosos planes de urbanismo sostenible del Paraguay, cuyo diseño está hecho por profesionales, pero el mismo no se está implementando, supuestamente debido a que choca con los intereses y la especulación de un pequeño grupo de personas, llenas de dinero y con muy poco criterio y muy poca consciencia, según sostiene Rivarola.
“La última vez que supe de una acción del PlanCHA (Plan Maestro del Centro Histórico de Asunción), estaban dos personas en situación de poder de turno (un exviceministro y un arquitecto colocado ahí quién sabe por quién y por qué) tratando de justificarme por qué iban a gastar 50.000 euros en plantar arbolitos de apepu o naranja agria (Citrus Aurantium) como arbolado viario del centro de Asunción. Es más, esta idea con tintes de “Green Washing”, hicieron entrar como parte de la propuesta de crear corredores verdes en la capital”, denunció en su cuenta de Instagram.
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Agregó que una regla básica de la arboricultura es no plantar frutales como árboles viarios por el costo que conlleva la limpieza anual de los frutos, los efectos negativos de frutos grandes que cuando se pudren atraen alimañas y por el peligro que pueden representar a ciclistas, motociclistas, peatones y automovilistas.
Frutas de árboles urbanos no deben consumirse
Raúl Rivarola cuestionó que la ley del arbolado no especifica “árboles nativos” ni árboles con tales o cuáles características, solo se refiere a todos los árboles urbanos, además de criticar la mencionada ley. Explicó que las plantas son usadas como fitorremediadoras por su capacidad de asimilar los contaminantes del suelo, que en el caso de las ciudades, los contaminantes también son del aire, considerando que terminan en el suelo por efecto de las lluvias.
“Los contaminantes del suelo en el centro de Asunción no es conocida ni monitoreada. Las plantas acumulan estratégicamente los contaminantes en los frutos, para deshacerse de estos (como solemos hacer nosotros los mamíferos también, con la placenta). ¡Buen provecho con las frutas de los árboles de las calles de paso del centro de Asunción!”, ironizó en una respuesta a las reacciones de su posteo en Instagram.
Dijo que las frutas que dan estos árboles pueden ser comestibles, pero el problema que puedan generar de forma crónica en los comensales es directa responsabilidad de la persona que diseñó y propuso semejante arborización. Agregó que por eso es tan importante conocer el suelo urbano donde uno va a proponer un “parque comestible” que están tan de moda, pero se debe planificar bien, con responsabilidad y no por “esnobismo” o por una “sensibilidad mal canalizada”.
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“No basta con buenas intenciones a veces, también hay que poner rigor técnico. Es más: “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones” se suele decir. Estas plantas están expuestas a muchísimas fuentes de contaminantes que pudo haber absorbido la planta, y peor todavía el apepu, que se usa su cáscara, donde se junta el hollín y toda la contaminación del aire, de forma mecánica y superficial”, responde a otra de las preguntas que le hicieron en su publicación.