Las autoridades de Argentina están emitiendo las facturas del cobro del peaje en el río Paraná a las embarcaciones con bandera paraguaya desde el 10 de marzo pasado, mismo día de la reunión que mantuvo el presidente de la república, Mario Abdo Benítez con su par del vecino país, Alberto Fernández, en Buenos Aires, y que fue justamente para pedir que se derogue la medida, la cual no tiene justificación técnica y lesiona el Acuerdo de la Hidrovía, Paraguay-Paraná”, según informó el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym).
“Hemos rechazado vía carta-documento las facturas del peaje, pero la Administración General de Puertos de Argentina (AGP) aún así ha reclamado e instado al pago de las mismas”, señaló a ABC el presidente de Cafym, Esteban Dos Santos. Añadió que la institución responsable del cobro el peaje en el río Paraná, dentro del territorio argentino es la AGP, que es la concesionaria de la vía navegable troncal de la hidrovía, según la denominación que le dan en dicha nación.
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“Desde Paraguay nos mantuvimos en la postura y en argumentos de rechazo, pero la respuesta de la AGP a nuestra negativa ha sido, que independientemente del rechazo, los plazos siguen vigentes para nosotros. Por eso, dijeron que ante la negativa de pago de las embarcaciones, el reclamo pasará a Legales, para que se prevesione la interdicción de los remolcadores y barcazas con bandera paraguaya, dado que no hay ninguna decisión por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores ni respuesta de la Justicia de Argentina, que informe al sector naviero que la facturación del trayecto en cuestión haya sido suspendido.
“Ante esta grave situación de incertidumbre, algunas empresas solicitarán medidas cautelares ante la Justicia de Argentina”, dijo nuestro entrevistado.
Dos Santos mencionó que han informado a la Cancillería paraguaya sobre la situación actual.
“Hay empresas que posiblemente pagarán las facturas bajo protesta, porque en la respuesta de la AGP informan que solicitarán la interdicción de las embarcaciones y si eso sucediera estará en riesgo nuestro comercio exterior”, lamentó.
“Podemos quedar desabastecidos de combustibles y de las materias primas para las industrias; nuestras exportaciones podrían estar paradas, sin generar los ingresos de divisas que eso implica. Es muy grave la situación”, remarcó.