El pequeño Lucas tiene apenas un año, pero el Viernes Santo estuvo impecablemente vestido de estacionero cantando en brazos de su padre Lucas Ramiro Ruiz, de 25 años. De este modo los estacioneros de Ñemby inculcan a sus hijos el apego a la religiosidad y la tradición de la Semana Santa en esta ciudad de Central.
Son estacioneros de la Sociedad Católica Amparo Seguro de los Cristianos de Rincón donde tiene una capilla. Cada año dos grupos de adultos y jóvenes acuden el Viernes Santo a la parroquia de San Lorenzo para la celebración central.
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Son 40 personas quienes integran los dos grupos: “Cada año se van incorporando los niños, adolescentes y jóvenes para que la tradición siga. Yo continué porque me enseñaron mis padres y ellos a su vez aprendieron de mis abuelos”, refiere César Vera (45), maestro de los estacioneros adultos.
Comenta que también fueron a visitar al maestro de maestros don Gerónimo Romero, de 83 años, que por cuestiones de salud no pudo participar este año. Durante cincuenta años don Gerónimo lideró al grupo de los estacioneros y fue formando a las nuevas generaciones.
Los jóvenes están actualmente a cargo de los maestros Isidro Maidana y Moisés Pavón, entusiastas participantes de cada año.
Existen varios grupos de estacioneros en diversas capillas de Ñemby y muchos de ellos siguen la celebración en sus barrios, de modo que dos grupos continúan participando en la celebración central en el templo de San Lorenzo en Ñemby.
Ni bien termina la conmemoración del Viernes Santo, continúan cantando en sus barrios y también durante la noche en el vía crucis del cerro Ñemby, en la excantera.
El repertorio de los estacioneros cuenta con 30 a 40 piezas musicales que tienen transcriptas en cuadernos con impecable caligrafía para que las letras no se pierdan.