El mencionado sujeto había llegado el domingo a la ciudad, montando un borrico, sin matrícula ni registro, que al parecer resultó un medio de transporte usado de un vecino.
Ya desde el momento de su aparición por el poblado generó la discordia entre las autoridades religiosas y civiles de la antigüedad. Se decía que era un Dios, que su reino no era de este mundo, y que si destruían el templo, lo iba a reconstruir en tres días.
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El revoltoso hacía reuniones secretas y hoy, aproximadamente a las 20:00, luego de la misa, efectivos que se hacían pasar por la guardia romana, procedieron a su aprehensión. El individuo fue amarrado y fue llevado ante la superioridad.
No quiso responder a las preguntas que se le hacían e insistía en que era un Dios.
Esta fue la recreación de la prisión de Jesús, que fue rememorada luego de 20 años. Formaba parte de la religiosidad popular en Itauguá. Por años era uno de los atractivos de la ciudad, luego desapareció por decisión del párroco de turno. Este jueves volvió luego de la pausa y fue de nuevo la atracción.
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La imagen del Señor de la Columna pasará esta noche en la comisaría y mañana irá al templo parroquial.
Es mi informe para la superioridad y al señor comandante.
La recuperación de esta antigua manifestación de la religiosidad popular fue posible gracias a los nuevos párrocos y la comisaría local, que de esta manera ayudan a la comunidad a recuperar un atractivo que en los siguientes años volverá a atraer a los amantes de las tradiciones.