La Comisión Nacional de Regulación y Aprovechamiento Múltiple del Río Pilcomayo está analizando, en sentido amplio, el manejo de la cuenca del río Pilcomayo, cuya problemática tiene demasiadas aristas, porque hay cuestiones que se tienen que resolver, porque es un río que tiene agua y que arrastra muchos sedimentos, comentó el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Dr. Pedro Galli.
Mencionó que uno de los problemas del Pilcomayo tiene que ver con las dificultades que surgen para el escurrimiento normal del agua. El otro dilema es en qué áreas de nuestro territorio se depositan mayormente los sedimentos que trae el río desde Bolivia.
“En el Bajo Chaco se necesita el agua del Pilcomayo, que es beneficioso para los pobladores y productores, pero no quieren que los sedimentos queden en sus propiedades, porque son perjudiciales.
Lea más: Rio Pilcomayo: Pediran al BID la factibilidad de un dique trinacional
“El desafío para la comisión del Pilcomayo es impulsar acciones de manera equilibrada para que se pueda escurrir el agua por los distintos cauces naturales y prever que esos sedimentos no queden y perjudiquen a algunos productores, mientras otros se benefician con la llegada de mayor volumen de agua en sus sectores”, explicó.
Añadió que los técnicos y especialistas en el tema están viendo distintas opciones, para manejar la cuenca, tanto ahora, de manera inmediata, así como en el mediano y largo plazo.
El presidente de la Rural comentó que actualmente hay propietarios y pobladores que están al sur- este de la localidad General Diaz, que necesitan un mayor escurrimiento de las aguas y piden nuevas acciones.
Pero todavía se está analizando cuándo realizar las nuevas intervenciones, si conviene llevarlas a cabo dentro de unos meses o el año que viene. Pero los trabajos de largo plazo deben ser analizados en función a las necesidades de las tres naciones que comparten la cuenca del Pilcomayo, Bolivia, Argentina y Paraguay.
Galli indicó que una de las propuestas de solución para los sedimentos del Pilcomayo es la construcción de un dique, cuyo proyecto deberá ser impulsado por las altas partes de los tres países referidos. “Se tiene que hacer un proyecto trinacional, que considere incluso el aprovechamiento hidroeléctrico de la posible represa”, acotó.
En cuanto a las acciones inmediatas, informó que ya se estuvo haciendo limpieza en paleocauces, por ejemplo, en la propiedad Luthold, y también en la estancia de los Arrellaga, evitando hacer canalizaciones profundas, solo el despeje de vegetales por donde pueda escurrir el agua. Añadió que esa es una zona baja, que tiene que inundarse primero y pasar hacia tres sectores, uno ellos, el canal 26, que llega hasta el Estero Patiño, explicó.