Los trabajos de ampliación de la Ruta PY02, desde Ypacaraí hasta Caaguazú, están presupuestados en US$ 500 millones y el Gobierno nacional debe cubrir US$ 1.700 millones a las firmas del consorcio, en un plazo de 30 años, mediante la explotación del cobro de peajes que entró en vigencia en el año 2018.
Las obras de ampliación siguen generando inconvenientes a lo largo del trazado vial, y en esta ocasión uno de los problemas que resaltan es la forma en la que se están desarrollando los trabajos.
Se trata del futuro viaducto que está en ejecución en la avenida Gaudioso Núñez, sobre la Ruta PY02 de Caacupé. Los trabajos están bajo la dirección del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y el Consorcio Rutas del Este.
Según denunciantes anónimos los trabajadores del consorcio hacen una llamativa recarga de piedras, para lo que sería la cobertura para los procesos de construcción del viaducto.
Manifiestan que los trabajos se realizan de forma esporádica, y que las piedras acumuladas en el lugar representan un peligro constante para los transeúntes, en especial para los niños, que muchas veces por su inocencia circulan por la zona. Y ahora que ya empezaron las clases, la situación se agrava aún más.
Según explicaron algunos vecinos de la zona, los obreros últimamente no trabajan de forma continua, y cuando lo hacen, pareciera que lo hacen con poco interés, sin prever la seguridad de la gente.
“Estas piedras podrían caer sobre alguna persona que circule por ese sitio, en cualquier momento se podrían caer porque no hay nada que lo sostenga y eso es preocupante”, dijo uno de los denunciantes.
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No hay seguridad vial
Si bien los trabajos están en proceso y hay un leve avance, lo que los denunciantes cuestionan es la forma en la que los obreros lo están ejecutando, porque no hay seguridad en la zona. Hay una gran cantidad de piedras que se pueden observar que están ubicados en la altura de la construcción del viaducto. Las piedras son bastante grandes y no tienen una contención en sus alrededores.
Otra de las quejas que se hacen constantes es que cuando llueve, el lugar se inunda, y queda totalmente intransitable. Lo que hace reflejar la mala ejecución y desarrollo de las obras.
Ante esta situación llamamos al viceministro de Obras Públicas, Rubén Andino, para consultarle sobre las obras, pero no atendió a nuestra llamada. Así también llamamos al Consorcio Rutas del Este, pero no contestaron. Estamos abiertos si desean referirse al caso.