Hace más de tres días los pobladores del barrio Santa Ana viven un verdadero infierno por la falta de agua. Según manifestaciones de vecinos, la situación se está volviendo insoportable, pues antes el agua solo faltaba de madrugada, pero ahora ya no hay durante todo el día. Además, en el sitio ya iniciaron las clases y los niños no tienen con que bañarse ni hidratarse.
Ante esta situación, desde el fin de semana los bomberos voluntarios de Caacupé socorrerieron a varias familias con baldes, bidones y botellas con agua, teniendo en cuenta que hay niños e incluso adultos mayores que están con mucha fiebre, y la están pasando mal.
“Hay gente enferma y lo mínimo que se tendría que tener es agua, muchos incluso ni siquiera tienen dinero para comprarse medicamentos, y encima hay que suplicar que habiliten algo que por derecho nos merecemos”, dijo uno de los denunciantes indignados.
Los vecinos de la zona señalaron que la escases del agua es algo que vienen arrastrando desde hace mucho tiempo. Se comunicaron con los trabajadores de la Junta de Saneamiento y lo único que respondieron fue que el suministro no alcanza y que no pueden hacer nada.
Así también presentaron su queja y varias notas a la gobernación de Cordillera, para que intervengan y los ayuden, pero las autoridades hicieron caso omiso a las necesidades de la gente.
Como si fuera una burla, hace unas semanas, dicha institución había inaugurado un pozo artesiano, pero ese pozo está vacío. Según los vecinos, aparentemente la supuesta inauguración fue solo para figurar en las redes sociales.
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Más de 600 familias afectadas
Una gran cantidad de jóvenes niños y adultos residen en el barrio Santa Ana, que se ubica en la zona urbana donde supuestamente no debería haber escases de agua.
El inconveniente se agrava aún más porque en la zona hay varios enfermos con dengue y otros con posibles casos de chikunguña. Por ende la necesidad del agua es vital, y en la zona las familias tienen que salir desesperadas a ver de donde conseguir el agua.
Los habitantes de la comunidad solicitan con urgencia a las autoridades pertinentes, que se interioricen del problema y lo solucionen. De lo contrario, anticiparon que si nos les habilitan el suministro realizarán una manifestación, para exigir sus derechos, porque ya no pueden vivir así.
Al respecto, llamamos al gobernador de Cordillera, Julio Romero (PLRA), para consultarle porqué no responde a las quejas, pero pese a nuestras reiteradas llamadas no obtuvimos respuesta. Estamos abiertos si desea referirse al caso.