Según datos de la Asociación de Productores y Exportadores de Carne (Appec), tras la finalización de la primera vacunación de este año (marzo 2023), cerraremos con más o menos 13.200.000 de cabezas; por tanto, si comparamos con el stock del 2020, cuando teníamos 14.000.000 de cabezas de ganado; en solo 2 años ya hemos caído 800.000 cabezas, lo cual se traduce en pérdida de dinero. “Esto nos preocupa, ya que el objetivo es seguir creciendo, pero a este paso estamos retrocediendo”, consigno el doctor Pereira.
Por qué bajamos el hato
“Sin dudas una de las principales razones por las que hemos bajado nuestro hato ganadero tiene que ver con el clima, estamos viniendo de casi tres años seguidos de sequía y eso obliga a los productores a malvender sus animales debido a la falta de pasturas, pero también están los factores de previsibilidad y la necesidad de implementar tecnologías de reproducción”, explicó el profesional.
El 55% tiene un ternero cada dos años
“Cuando hablamos de producción de ganado de carne, nuestro principal problema es el índice de procreo, pues nuestra tasa de destete o procreo está entre el 40 y 45 por ciento, prácticamente las vacas un año paren y otro año no paren, siendo este el promedio general del país, exceptuando claro aquellas unidades de producción que tienen un manejo e inversión diferenciada”, destacó.
Mejorar la nutrición
“El aspecto nutricional es uno de los principales problemas, las vacas que se preñan generalmente son aquellas que no tienen cría al pie, o sea, tienen una cría, descansan un año y se recuperan, y luego se preñan sin muchos problemas. Pero esto no debe ser así, una vaca debe parir un ternero cada año. Actualmente se estima que hay 6.000.000 de hembras, si cada hembra diera un ternero al año, tendríamos 6.000.000 de animales más en solo un año, lo cual es imposible por el manejo tradicional que se tiene hasta ahora en algunas unidades de producción”, expresó.
Cuál es el camino
“Se debe trabajar en definir si un campo va a ser de cría (ciclo completo) o invernada (solo engorde), que cada potrero reciba una asignación animal de acuerdo a su necesidad y categoría de animales. Si la vaca llega con una condición corporal buena al final de su gestación, será más fácil preñarla de vuelta, y sin dudas la implementación de la inseminación artificial”, finalizó.