Ante la amenaza de una posible manifestación y cierre del acceso al puente internacional, la Policía Nacional desplegó 50 efectivos para el ordenamiento del tránsito en el sitio donde anoche se presentó el conflicto.
Las instituciones encargadas de la regulación del tránsito se ven superadas por el descontrol de los vehículos, por lo que se solicitó la presencia de efectivos policiales para mantener un cierto orden en el lugar.
La problemática radica en que los conductores realizan maniobras temerarias para adelantarse en la fila de autos que van a a la ciudad de Posadas, a través del puente internacional.
El control de tramo de los 500 metros de la ruta internacional corresponde a la Patrulla Caminera, que solo destina dos uniformados para cubrir ese trayecto.
En el lugar hay varios comercios a los que se accede por una colectora paralela a la ruta y desde las entradas a esta arteria se producen los adelantamientos.
La doble fila disgusta
Desde la implementación de la fila preferencial para extranjeros aparecieron los disgustos de los trabajadores de la frontera, más conocidos como paseros, que se dedican a traer mercaderías del país vecino.
El rubro en auge es la venta de combustible. El comercio hace que el tráfico internacional se eleve, tanto así que tanto connacionales como posadeños se dedican a esta actividad.
La implementación de esta nueva disposición de las filas debería haber traído consigo un acompañamiento para la regulación de las mismas; al no ser así, sigue arrastrando una constante problemática, que deja en zozobra incluso a los comerciantes, que manifiestan estar afectados.
El control permanente que realiza la Policía, para lo cual destina regularmente entre 6 y 8 agentes, ayuda a mantener cierto orden en esa zona de conflicto, pero en estos días aumentó la tensión existente por las largas esperas para acceder al área de la zona primaria de control de Aduanas.
Nadie se quiere hacer cargo
Desde que se dispuso que no habría carga estática sobre el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, debido a los trabajos de mantenimiento que realiza la Dirección de Vialidad de Argentina, la fila que anteriormente se proyectaba sobre los 2,5 kilómetros del viaducto pasó al lado paraguayo en la frontera.
Esta nueva forma de gestionar el tránsito en la frontera supuso una logística de control del tránsito, que no se previó de buena manera.
La ciudadanía denuncia largas esperas, que llegan a extenderse hasta por 6 horas en las últimas semanas.
Esta situación desesperante ha provocado varios conflictos, que constantemente se resuelven a través de los golpes, daños a vehículos de terceros, incluso choques y caídas en las zanjas de desagüe que se encuentran en las inmediaciones entre la ruta y la colectora.