La “Estación de buses de Asunción”, antes Terminal de Ómnibus de Asunción, no ofrece un servicio diferente este año. Los pasajeros continúan sufriendo la falta de espacio para caminar, esperar o comprar boletos. Pese a la inversión de G. 9.000 millones en obras, el nuevo bloque aún no está en funcionamiento.
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El bloque ya fue inaugurado por el intendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR). Fue en la semana previa a las elecciones internas, en las que su esposa, Lizarella Valiente, consiguió un lugar en la lista de la ANR para el Senado.
Al respecto, la directora de la terminal, Sara Giménez, explicó que primero se deben equipar todas las agencias de viajes que trabajan en la estación de buses. “Eso implica un proceso administrativo nuestro y de logística de las empresas para su equipamiento, pero sin afectar en este momento de alto operativo el servicio para los usuarios”, dijo.
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Actualmente hay un gran movimiento en la estación de buses debido a los viajes por Navidad. La directora agregó que “los montajes para las reubicaciones se van a realizar con el cuidado de cada detalle, porque es otro el concepto que se va a ofrecer y eso implica este trabajo en paralelo que estamos haciendo con las empresas”.
La Dirección Nacional de Transporte (Dinatran) resolvió la liberación de horarios de buses hasta el 8 de enero del 2023, debido a la gran cantidad de personas que se espera viajen en estas fechas.
Trabajos de la terminal costaron G. 9 mil millones
La empresa adjudicada, que tuvo a su cargo los trabajos de reparación parcial del edificio, es la Constructora Engineering SA, de Juan Andrés Campos Cervera, conocida por ser la “superproveedora” del Gobierno Nacional por ganar innumerables adjudicaciones.
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El monto original del contrato era de G. 7.512.994.305, sufriendo modificaciones en sus costos “debido a la larga demora en la construcción y las adendas agregadas al contrato original”, según la municipalidad. Finalmente, las obras alcanzaron los G. 9 mil millones. La refacción se dio en una parte importante de la terminal de buses, que se prendió fuego el 3 de marzo del 2017.