Una buena parte de la cristiandad celebra el 25 de diciembre el nacimiento del Niño Jesús, que según las escrituras nació hace más de 2000 años en Belén. Ante el advenimiento del mesías, monseñor Francisco Pistilli mencionó que en la Navidad “recordamos como Dios está con nosotros, que vino para formar parte de una familia, con María y José, pero también a la familia de la humanidad”.
La autoridad religiosa afirmó que es importante reconocer el valor de los hijos de Dios y tener en cuenta que esta fiesta es para fortalecer la fe.
Si bien hay muchas tradiciones que acompañan la Navidad, más en nuestra región donde confluyen diversas culturas, Pistilli resaltó que independiente a los condimentos que se agregan a las celebraciones, en el centro, es una fiesta de fe.
Explicó que para entender el sentido de “la encarnación del verbo eterno”, también es necesario “que la fe tenga una repercusión en nuestra manera de vivir para un cambio positivo de mayor fraternidad”.
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Los tiempos cambian pero se mantiene la fe
El obispo no se considera fatalista en relación a los cambios en las tradiciones, que más allá de que no se mantengan debido a los tiempos cambiantes, lo importante radica en que se “mantiene la fe, la unidad en la familia en sus distintas expresiones”.
Una forma muy linda de celebrar la Navidad es “compartir en familia, la familia que cada uno tiene”.
Aclaró en que no siempre son ese modelo ideal de familia; “muchas veces están compuestas por abuelos, mamás solas o papás solos, pero que en su fragilidad comparten mucho amor”.
Hizo un llamado a la solidaridad por lo que expresó “si Dios comparte todo con nosotros, también estamos llamados a compartir lo que podemos con los más próximos”.
Dejó un mensaje para las familias que celebran la Navidad, decía “Dios con nosotros, ese Dios que hace salir la estrella sobre todos” e instó a fomentar la manera de vivir en encuentro amable, fraterno, lleno de bondad y caridad y “dejar en el proceso todo aquello que nos divide y que nos separa”.