Se acerca la Navidad, tiempo de magia y esperanza. Si se está en la etapa infantil hay que agregarle la inocencia de creer en Papá Noel o Santa Claus.
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De un árbol navideño erigido en una de las salas del nuevo pabellón del Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñú, penden cual adornos sendas cartitas al barbudo de traje rojo: ¿Los pedidos? Juguetes, plastilina, pañales… “que me cures” y “volver a casa”. Las firman niños y niñas internados en el lugar.
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Quien fuera, cuanto menos, ayudante de Santa Claus (o Papá Noel) para cumplirle el sueño a estas decenas de niños y niñas internados en el hospital pediátrico Niños de Acosta Ñu, quienes en su inocencia hacen sus cartitas con la esperanza de ver cumplidos sus deseos de Navidad.
Algunos ayudados por sus padres y madres, y otros con más habilidad para pintarle dibujos a Santa, adornan sus cartitas que forman parte del decorado navideño de uno de los nuevos pabellones del mencionado hospital erigido en Reducto, San Lorenzo.
Diariamente se atienen a unos 500 niños, niñas y adolescentes que llegan al lugar con diferentes dolencias. Este arbolito en particular se encuentra en el pabellón de medicina interna de dicho hospital en el cual reciben asistencia médica así como sicológica por parte de los profesionales entrenados para esta tarea.
Hoy también se realizó la tradicional serenata navideña en la que los propios médicos, unos 40 en total, cantaron para sus pequeños pacientes y familiares.