“Es necesario aclarar nuestro rol y desarrollo en la comunidad ante la publicación de información errónea e infundada. Es necesario resaltar a la opinión pública y a nuestra comunidad que los episodios de inseguridad que tomaron estado público nos preocupan y nos comprometen a actuar responsablemente”, sostuvo la empresaria.
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Kress calificó de “inadmisibles” las expresiones que intentan vincular este tipo de episodios “asociados a la dirección de la empresa”, y rechazó los dichos del funcionario quien en declaraciones a nuestro medio afirma que “una serie de decisiones” dentro de la empresa han “estancado el desarrollo del poblado” y esto podría ser una de las causas de la creciente delincuencia en la zona. Asimismo, Pereira alude a que el “nuevo manejo” de la empresa, en torno a la cual “gira la mayor parte de la economía local”, dejó de lado la seguridad.
“Las personas o profesionales que ostentan cargos de responsabilidad en nuestra comunidad y los medios de comunicación ante tan lamentables acontecimientos deben velar por transmitir los hechos, sin especulaciones e hipótesis tergiversando la realidad”, señaló.
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“Está acreditado que los lamentables hechos se vinculan a bandas organizadas que no solo atacaron la sucursal del Banco Regional de Kressburgo, sino también en otros distritos como Pirapó y vinculados a otros casos con el mismo modus operandi, por lo que es inadmisible intentar vincular este tipo de episodios asociados a la dirección de la empresa como lo sugiere un empleado (Derlis Pereira) del IPS de Kressburgo”, puntualizó Kress.
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Precariedad de servicios
Asimismo, la empresaria cuestionó la total precariedad de servicios que ofrece el IPS a los asegurados, pese a los multimillonarios aportes que recibe de los trabajadores y las empresas que operan en la zona.
Además de haber donado el terreno donde hoy se ubica la unidad médica familiar, el Grupo Kress y sus colaboradores aportan al IPS más de G. 10.000.000.000 al año, mientras que en contrapartida recibe poco y nada en la prestación de servicios por parte de la entidad, cuestionó.
Pese al multimillonario recurso que el IPS recauda en esta comunidad, apenas cuenta con dos médicos, en horario laboral hábil. Los fines de semana los asegurados están sin cobertura médica y de primeros auxilios. Tampoco cuenta con un equipo de primeros auxilios para situaciones complejas como fracturas, cortes entre otros. Y ni hablar de contar con equipos tecnológicos de alta complejidad para el diagnóstico prudente y la intervención en casos de emergencia, cuestionó.
“No tienen especialidades en pediatría, odontología, traumatología, los cuales se derivan a otros especialistas de la zona de Hohenau (distante a 130 km), o la localidad de Santa Rita (Alto Paraná) a unos 80 kilómetros”, indicó.
El servicio de IPS es insuficiente para una población de 4.000 habitantes, solo en la comunidad de Kressburgo y que también sirve de referencia para comunidades de los alrededores como Colonia Tirol, 7 de Agosto, Palmital, Vasoral, Km 35, Santo Cristo, entre otros, afirmó.
Pidió no confundir y crear incertidumbre
Kressburgo es un pueblo trabajador, comprometido, donde el progreso y la educación van de la mano, donde la armonía no puede ser alterada por un episodio más de la inseguridad que vive nuestro país, y que merece información genuina y transparente y no “falsa información” como intentan instalar provocando aun mayor incertidumbre en la comunidad, sostuvo Kress.
La comunidad se desarrolló a la par del Grupo Kress; su fundador, Heinfried Wolfgang Kress, visionario y aventurero colono alemán, inspiró el nombre del pueblo con trabajo y dedicación, señaló.
“Aquí apostamos al desarrollo del talento humano, al trabajo responsable, a la industria paraguaya, y a la inclusión de las comunidades a partir de la educación de primera calidad. En todos estos años hemos generado un gran flujo comercial y es una atracción para inversionistas. Tierra fértil y gente joven con ganas de trabajar con la mejor infraestructura y capacitación”, resaltó.
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El Grupo Kress a lo largo de todos estos años siempre tuvo como estandarte mejorar la calidad de vida de sus comunidades a partir del desarrollo y la inversión de sus empresas Frutika, Kimex y Kressburgo. Se da trabajo a más de 650 personas en forma directa, y es una de las principales fuentes de empleos de la región. Frutika y Kimex, las cuales forman parte del Grupo Kress, no solo dan trabajo en la fábrica de jugos, sino en las labores del campo tanto citrícolas como agrícolas, el silo y el packing house de frutas. Genera una simbiosis comprando frutas de más de 3.000 familias productoras en todo el país, lo que permite un ingreso y un trabajo seguro en torno a la familia en el campo, afirmó.