Adriana Villagra, en compañía de su hijo Joel Adrián, llegaron hasta la compañía Pedrozo desde la ciudad de Pirayú para repartir más de 100 kilos de hielo a los peregrinos que iban rumbo a la Basílica Santuario Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé.
Adriana manifestó que la asistencia fue en agradecimiento a la Virgen por la salud de sus padres.
“Desde hace tres años venimos a este mismo lugar cada 7 de diciembre para asistir a los peregrinos. Los dos primeros años trajimos agua pero ahora por el excesivo calor decidimos traer hielo. Esto es en agradecimiento por la salud de mis padres que estuvieron gravemente enfermos. Yo ya recibí todo antes”, dijo la voluntaria. Asimismo, indicó que seguirá con esta iniciativa en los próximos años mientras goce de buena salud.