En comunicación con ABC Cardinal este martes, el arzobispo emérito de Asunción, Edmundo Valenzuela, hizo un llamado a las autoridades del Congreso Nacional a que deroguen la ley del convenio de colaboración de la Unión Europea con Paraguay en materia de educación.
La semana pasada, la Cámara de Diputados votó a favor de un proyecto de ley para derogar el convenio por el cual la Unión Europea se había comprometido a donar un total de 86 millones de dólares a Paraguay –de los cuales 47 millones ya han sido ejecutados– para mejoras en el sistema de educación pública y el proyecto será tratado esta semana por el Senado. El presidente Mario Abdo Benítez advirtió que vetará el proyecto de derogación si este es aprobado por el Congreso.
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El convenio entre Paraguay y la Unión Europea ha enfrentado oposición principalmente por parte de grupos conservadores autodenominados “provida” y “profamilia” que piden su derogación bajo la noción errónea de que está vinculado al Plan Nacional de Transformación Educativa, al que esos sectores también se oponen.
El arzobispo Valenzuela hizo eco de los cuestionamientos por parte de esos grupos, afirmando que el Plan de Transformación Educativa fue “un proceso mal realizado”, apurado para obtener fondos de la Unión Europea.
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El lunes, la Unión Europea emitió un comunicado señalando que el convenio con Paraguay no implica ninguna influencia europea en la malla curricular de la educación paraguaya ni impone ninguna condición en torno al uso de los fondos donados, que de común acuerdo se invierten en la provisión de útiles y alimentación escolar, preparación de docentes e infraestructura, entre otros aspectos paralelos al contenido de la enseñanza.
“Nos quieren imponer su educación fallida”, dijo el arzobispo
Sin embargo, el arzobispo Valenzuela insistió en que “el convenio marca que hay una gobernanza (…) Gobernar significa someternos a sus ideas y sus principios” y que al suscribir el convenio “Paraguay acepta la gobernanza de la Unión Europea en el proceso educativo”.
“Nos quieren imponer su educación fallida con todo lo que significa esa terminología de las Naciones Unidas, que tiene su referencia a la sexualidad, el constructo del género, la ideología de género, el aborto y todo eso con la finalidad de la disminución de la población mundial”, agregó el líder religioso.
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“Están insistiendo veladamente para que la población mundial se disminuya”, insistió.
El arzobispo emérito negó que exista una injerencia de la Iglesia católica en el debate sobre la educación y el convenio con la Unión Europea, afirmando que los miembros de la comunidad religiosa que opinan sobre el tema hablan “desde nuestra ciudadanía paraguaya, desde nuestra cultura y valores”.
“La Constitución Nacional habla claramente de que la relación Iglesia-Estado es de colaboración, autonomía e independencia”, agregó.