El cónsul honorario de Paraguay Gustavo Gramont Berres es conocido por haber contraído un millonario préstamo y poner al Estado paraguayo como garantía entre 1986 y 1987. El ex procurador general Roberto Moreno habló sobre la increíble historia del “renombrado” estafador.
Primeramente, resaltó que tenía varias identidades. Nació en Argentina y allí se llamaba Benjamín Levy Avzarradel. Al viajar a Uruguay, se cambió el nombre a Alejandro Catek y fue condenado por estafas, defraudaciones, estupro y hasta violación.
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Luego de unos años, volvió a “reinventarse” y se cambió el nombre, tomando la identidad con la cual se lo conoce en Paraguay: Gustavo Gramont Berres. Al llegar a Paraguay, enamoró a una sobrina de Alfredo Stroessner y logró acceder al círculo familiar del dictador, ganándose su confianza.
“En una entrevista, ya estando preso, él se describe como una persona encantadora y carismática. Su otra frase célebre es ‘todos somos corrompibles’”, relató para ABC Cardinal el exprocurador.
En 1979, Gramont fue nombrado como cónsul honorario en Ginebra. Entre 1986 y 1987, empezó a tramar su gran estafa junto con un italiano.
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Falsificó documentos y accedió a millonario crédito
Falsificaron un sello de la Embajada Paraguaya en Suiza, inexistente en ese entonces, puesto que solo se tenían consulados en dicho país. “Pone que el Estado va a garantizar los préstamos de su propia empresa. De US$ 85 millones fue el préstamo, lo que equivaldría a US$ 700 millones en la actualidad”, enfatizó.
El exprocurador hizo énfasis en que el haber puesto como garantía al mismo Estado paraguayo permitió que retirara el préstamo del Overland Trust Bank de Ginebra. Consiguió fraguar documentos para acceder a la mencionada fortuna.
“Es increíble porque el dinero se prestó y nunca llegó a Paraguay. Luego estuvo preso, 7 años en Tacumbú, pero se quedó con unos buenos billetes”, relató.
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En ese sentido, contó que en 1998 el cónsul se radicó en Suiza, donde no lo sometieron a proceso penal alguno, puesto que ya fue condenado en Paraguay. Desde entonces, nada se sabe de él. Hasta la fecha, se desconoce si sigue vivo o dónde fijó residencia.
Paraguay ganó la demanda, pero perdió mucho dinero
Cuando el banco Overland Trust Bank de Ginebra se iba a liquidar, vendió la deuda a nueve bancos, varios de los cuales demandaron a nuestro país cuando Paraguay se negó a reconocer la deuda.
La demanda se inició en Suiza y al Paraguay le costó una fortuna la defensa jurídica hasta que, precisamente en la época del procurador Rodríguez Alcalá, en marzo del 2017, Paraguay ganó el caso. Sin embargo, durante unos 12 años el país no pudo generar intereses importantes.