Portadas de revista, premios Grammy, número uno en grandes listas de éxitos, estadios llenos. Todo esto es lo que Bad Bunny recoge a medida que crece su carrera, una que viene alimentando desde hace varios años.
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Esta vez el artista vino a presentar en Paraguay su más reciente álbum “Un verano sin ti”, pero contempló también canciones de sus anteriores discos “X 100PRE”, “YHLQMDLG”, como también covers de colaboraciones en las que participó.
Pero antes del artista principal subieron a escena dos propuestas nacionales. La primera fue la del dúo Milk Shake, conformado por las cantantes Sabb Montes y Majo Maciel, y luego otra cantante, Kaese.
Ambas propuestas estuvieron a la altura del evento con mucha energía y una contagiante alegría.
Con una gran expectativa para esta ocasión, los fans de Bad Bunny llegaron a Asunción desde distintos puntos del país y del exterior.
Estiman que más de mil bolivianos vinieron para disfrutar del show, así como público de regiones fronterizas de Argentina y Brasil. Ante la imposibilidad de conseguir entradas en sus países, también eligieron viajar hasta Asunción personas de Perú, Chile y otros Estados sudamericanos.
El gran despliegue de Bad Bunny
En un espectáculo con despliegue escénico muy pocas veces visto, el artista salió a escena minutos antes de las 22:00. Luces, humo, palmeras, “arena”, simulaban una gran y colorida playa por todo el escenario.
Una pasarela larga en el medio sirvió para que el rapero pueda estar más cerca de la gente. El artista puertorriqueño vino acompañado de un grupo de bailarines que se destacaron en cada canción.
La gente disfrutó y bailó con intensidad, luego de pasar horas formando fila ya sea para entrar al estadio o canjear entradas.
En medio de la euforia, Bad Bunny saludó a los asistentes y agradeció por llenar el estadio La Nueva Olla. Canciones como “Moscow Mule”, “Me porto bonito”, “Un ratito”, “Efecto”, “Party”, entre otras, sonaron al comienzo, demostrando un verdadero paseo por varios géneros latinos, pasando por el trap, el reggaeton, incluso bossa nova y bolero; todo atravesado por el filtro rítmico de su propuesta.
Así se vivió una verdadera fiesta de música latina, que al cierre de nuestra edición seguía con mucha potencia y se esperaba que continúe hasta las primeras horas del día de hoy.